Tras sufrir el peor temporal en 40 años, que dejó tras de sí siete muertos y más de 15.000 personas afectadas, el clima volvió a castigar ayer con más lluvia a la zona afectada. Las precipitaciones complicaron las tareas de búsqueda de la joven Mariana Di Marco, que continúa desaparecida. La chica, de 21 años, es buscada desde el domingo, cuando acampaba junto a amigos cerca de Ascochinga.


El comisario Héctor Cejas, de Bomberos de Jesús María, localidad vecina a Ascochinga, informó que fueron encontradas la bolsa de dormir, la mochila y la carpa de la joven. Sin embargo, la lluvia torrencial obligó a suspender todos los esfuerzos. Más de 30 scouts que colaboraban con los rastrillajes quedaron aislados por una nueva crecida de las aguas y debieron ser ubicados en un galpón comunal. El centenar de vecinos que ayudaban en las tareas de búsqueda lograron volver a sus hogares antes de que subieran las aguas.


Ayer, ya entrada la noche, el gobierno de José Manuel de la Sota anunció la creación de un fondo de asistencia de 150 millones de pesos para ayudar a los afectados por el temporal. El mandatario provincial, que había calificado el temporal de "tsunami caído del cielo", hizo el anuncio durante una reunión que mantuvo por la tarde con los intendentes de las localidades afectadas. El plan incluye ayudas para quienes perdieron su vivienda, electrodomésticos y comercios pequeños, como aportes de 2500 pesos para empleados de comercios cerrados y una línea de créditos sin interés para comercios grandes que hayan presentado daños. Tras la reunión con el comité de crisis, De la Sota adelantó que hoy, a las 17, se juntarán de nuevo para decidir los próximos pasos.


Esa ayuda se suma a la anunciada ayer por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, que prometió un suplemento extra para 15.000 damnificados, que "podría estar ejecutándose a partir del 2 de marzo" por medio de la Anses por un total de 53 millones de pesos (en promedio, 3533 pesos por persona).


Se espera que la tormenta continúe hasta hoy al mediodía. El Servicio Meteorológico Nacional difundió una alerta climática por la probabilidad de "tormentas intensas" y "ocasional caída de granizo". El director de Defensa Civil provincial, Diego Concha, alertó sobre posibles crecidas de ríos y arroyos, lo que agravaría la caótica situación. Las autoridades pidieron que vecinos y turistas se alejen de los cursos de agua.


En Unquillo, los vecinos hacían barricadas con bolsas de basura y maderas para evitar que entre el agua nuevamente en las casas, mientras que la preocupación se extendía por todas las Sierras Chicas, por la lluvia que no cesaba.


Ayer se esperaba que las 500 personas evacuadas fueran reintegrándose a sus hogares, pero las lluvias no lo permitieron. Recién hacia la noche muchos de ellos pudieron volver a sus casas y al cierre de esta edición quedaban unas 300 personas evacuadas. La fuerza de las corrientes también frustró los intentos del personal de asistencia provincial, municipal y nacional, que limpiaban viviendas y calles, cubiertas de escombros y destrozos.


Desde la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec) informaron que el servicio eléctrico ya estaba restablecido en un 95% "en las zonas afectadas".


El ministro de Desarrollo Social cordobés, Daniel Passerini, indicó que se habían relevado 1500 viviendas dañadas, pero que "podrían ser más", ya que aún hay zonas incomunicadas, debido a los doce puentes dañados.


Agrupaciones estudiantiles, murgas barriales, partidos políticos y organizaciones no gubernamentales activaron inmediatamente sus mecanismos de ayuda.


Rodolfo Martínez, director de Cáritas Córdoba, informó de las donaciones que se necesitaban: "Primero, velas y colchones; tercero, leche en polvo y agua potable. La ropa es difícil de clasificar -explicó Martínez-; es más útil donar elementos de limpieza, pañales o alimentos no perecederos".