El  proyecto se llama simplemente "3D" y busca dar a conocer las impresoras 3D, explicar cómo funcionan y cómo se pueden armar. Creadas en Uruguay, cuestan solamente 600 dólares y las pueden construir y usar nenes de 9 años. 

Según informa el sitio Alt1040, los emprendedores que la crearon quieren lograr que los materiales para imprimir también sean producidos por ellos mismos a partir de botellas de plástico. El grupo de trabajo está encabezado por Alejandro Lozdziejski, que destacó la importancia de involucrar a los chicos con estas nuevas tecnologías: "Creemos que es una herramienta para motivar a los niños a aprender de varias disciplinas: geometría (por el movimiento de los ejes), robótica (por el control con los motores), física (por las gráficas de temperatura para derretir el plástico) y modelado 3D (por el diseño de piezas)", afirmó.

Con este tipo de impresoras se pueden fabricar todo tipo de productos, ya que usa plástico como materia prima para hacerlos realidad. La impresora va depositando capa tras capa el plástico hasta formar el modelo diseñado con la computadora que envía la información. Justamente, para aprovechar el material y bajar los costos es que piensan en usar botellas de plástico como materia prima.