El funcionario señaló que las fuerzas del orden deben enfocarse en este "grupo bastante limitado de buenos programadores" que están "aproximadamente" identificados.

Sin embargo, consideró que la lucha contra los delitos informáticos continúa siendo un camino cuesta arriba, entre otros motivos porque "no se trata de un número estático" de delincuentes sino que "desafortunadamente continuará incrementándose".

"Todavía podemos enfrentarlos, pero los criminales tienen más recursos y no tienen obstáculos. Están conducidos por la codicia y el beneficio y producen malware a una velocidad que nos resulta difícil de seguir", sostuvo Oerting.

El titular del EC3 afirmó que el principal inconveniente para combatir los ciberdelitos es el tema de las fronteras.

"Los criminales ya no provienen de nuestros países, cometen sus crímenes a distancia y por ello no puedo utilizar las herramientas normales para atraparlos", explicó, y señaló que la fuerza que comanda debe interactuar con otros países.

Oerting indicó que la mayoría de estos "capos" pertenecen a regiones de habla rusa y subrayó que las relaciones con las fuerzas policiales del país euro-asiático no siempre han sido buenas, aunque están "mejorando".

Según explicó, los cibercriminales de habla rusa escriben el código y prueban el malware, y luego lo venden como un servicio a través de foros web, lo que permite que se descargue y se utilice desde cualquier lugar.

Por otro lado, el holandés advirtió que los usuarios de Internet deben tener especial cuidado con su información privada, como los datos de ingreso a los servicios de correo electrónico o las cuentas de Facebook.

"Si ellos (los criminales) un poco sobre vos, pueden resetear tus cuentas de Google, tus cuentas de Apple. Luego simplemente toman el control de tu vida", dijo.

En este sentido, en los últimos meses se conocieron diversos códigos maliciosos que afectan de forma potencial a millones de usuarios de plataformas como Android, Facebook o Google, entre otras.

Desde vulnerabilidades en el código de Facebook -descubierta por un equipo argentino de la Fundación Sadosky- que permitían a terceros capturar videos de los usuarios sin que estos lo supieran hasta troyanos como "Simplelocker" y "Koler.A", que bloquean smartphones con Android y exigen el pago de un "rescate" para liberar el equipo.

El Centro Europeo de la Ciberdelincuencia fue creado en enero de 2013 como una dependencia de Europol (la Oficina Europea de Policía), "para luchar contra la ciberdelincuencia, que por naturaleza no respeta fronteras", así como para "aportar sus conocimientos como centro de fusión de la información y de apoyo operativo forense y de investigación", según lo describe la Comisión Europea.

Su ámbito de acción abarca los fraudes online, los abusos de menores en Internet y otros delitos informáticos contra personas, bancos e infraestructura que "afectan con frecuencia a cientos de víctimas simultáneamente e implican a sospechosos en diversas partes del mundo".