Xiaomi es la tercera fabricante de smartphones y pone más presión sobre Samsung y Apple
La compañía china despachó 17.3 millones de teléfonos entre julio y septiembre. La firma surcoreana, primera en el rubro, perdió casi 9 puntos porcentuales respecto al 2013.
Los dos jugadores más grandes del mercado del smartphones, Apple y Samsung, vienen perdiendo terreno en los últimos meses a manos de empresas chinas como Xiaomi, que se convirtió en tercera compañía más vendedora de teléfonos inteligentes a nivel mundial.
De acuerdo con cifras de la consultora IDC, Xiaomi vendió 17.3 millones de smartphones entre julio y septiembre, lo que se tradujo en una cuota de mercado de 5,3 por ciento. Hace un año atrás, la firma representaba el 2,1% del rubro, con 5.6 millones de unidades despachadas.
Con ello, la firma dirigida por Lei Jun se ubicó detrás de los usuales dos primeros lugares en el rubro, ocupados por Samsung y Apple, con 23,8% y 12% del segmento, respectivamente.
Sin embargo, las dos compañías han registrado retrocesos en sus posiciones dominantes: mientras que la surcoreana perdió 8.7 puntos porcentuales entre julio y septiembre pasados en comparación con el mismo periodo de 2013, la firma de la manzanita –cuyos últimos iPhone salieron a la venta a fines de septiembre–, pasó de tener 12,9% del mercado en ese tramo de 2013 a 12% en 2014.
Lenovo y LG ocupan ambas el cuarto lugar del conteo de IDC, con un "empate técnico", al contar con 5,2% y 5,1%, respectivamente, del segmento de smartphones. Las compañías despacharon casi 17 millones de teléfonos cada una durante el periodo y crecieron medio punto porcentual en comparación con el tercer trimestre de 2013.
En total, las empresas despacharon 327.6 millones de smartphones entre julio y septiembre, un aumento de 25,2% respecto del mismo periodo de 2013 y una suba de 8,7 en comparación con las cifras del periodo abril-junio de 2014.
El analista de la empresa Ryan Reith remarcó que mientras que en mercados maduros el crecimiento se ha estabilizado en cifras de un dígito, los países emergentes consiguieron en forma conjunta subas en torno al 30 por ciento.