A 10 años de su fallecimiento: Spinetta, el poeta siempre presente
Hace una década partió una de las piezas esenciales de la cultura argentina en todas sus épocas.
Pocos artistas han logrado atravesar de forma tan incisiva tantas generaciones. Menos aún son los que han conseguido conmocionar con una intensidad tan profunda durante tantas etapas diferentes de su vida.
Hace 10 años fallecía Luis Alberto Spinetta, el adolescente de Almendra que junto a sus compañeros construyó el despertar de una generación, el rebelde de Pescado Rabioso que le puso poesía al rock más duro, el músico que mutó de estilos, siempre en busca de algo nuevo.
El "Flaco" fue un fundador ineludible del rock en Argentina. Pero, jamás quiso mirar atrás. La fórmula del éxito, si es que existe, siempre fue su motivación. En todo momento buscó romperla, asegurarse que lo próximo que haría, en materia de álbum, o incluso en la conformación de una nueva banda, no iba a parecerse en nada a lo anterior.
Siempre negado a la celebración de un pasado solemne, hasta el final de su carrera discográfica apostó por sorprender con la novedad, rodeado siempre de lo que consideró imperioso para continuar: la "energía pendeja".
Tan sólo en aquel legendario concierto de 2009, con Las Bandas Eternas, se permitió un repaso de sus éxitos, el reencuentro con sus compañeros de toda su carrera y un mimo hacia sus fanáticos, esos que habiendo nacido fuera de tiempo ansiaban disfrutar en vivo de lo mejor de Invisible o de Spinetta Jade.
Una presencia permanente en la música de nuestro país. Un poeta al que todo artista alguna vez recurrió a modo de inspiración. Una leyenda que nunca quiso serlo. Spinetta, siempre está presente.