El economista y embajador argentino en Francia Aldo Ferrer analizó por Continental el momento económico y lo comparó con la crisis en la mayoría de los países europeos. También analizó el peculiar fenómeno de la inflación con crecimiento y equilibrio de indicadores macroeconómicos, algo que, subrayó, no presenta otros ejemplos en el sistema económico internacional.

"La Argentina registra un cambio de situación fundamental, y comparado con la situación europea se ve con más claridad, porque estuvo maniatada al tema de la deuda durante mucho tiempo. Toda la política económica consistía en transmitir señales amistosas a los mercados para seguir tomando deuda, y se terminó, luego de haber vendido todos los activos del sector público, en la peor crisis económica de la historia argentina. De allí se salió por el cambio de circunstancias y por el cambio de la política económica. En vez de seguir pidiendo plata para pagar la deuda impagable, se recuperó el comando de la economía, se ajustó el tipo de cambio, se recuperó la competitividad, en un escenario internacional favorable y en pocos años el país se puso de pie con recursos propios", resumió en La Mañana.  

En otro orden, se refirió a la inusitada convivencia de inflación y bonanza económica que atraviesa la Argentina. "Nosotros tenemos una historia particular con la inflación: tuvimos la inflación más grande del siglo XX. Tengo la impresión de que tenemos una inflación inercial. Se ha incorporado una hipótesis de crecimiento de precios en torno al 20 por ciento y la puja distributiva se da sobre esa plataforma y lleva a un nivel de precios que crece más que en otros lados. Ahora, es interesante que este proceso se registra mientras la economía crece y se sostienen los equilibrios macroeconómicos, algo que no tiene registro en el sistema internacional".

Finalmente, conjeturó que "nos hemos acostumbrado a convivir con eso y esto es lo que hay que resolver, porque genera tensiones que hay que evitar. El acuerdo social al que llamó la presidenta permitiría contener la suba de precios, en este sentido. No hay riesgos de disparada inflacionaria", subrayó. En cuanto a las mediciones de la inflación, consideró que "siempre hay espacio, cuando la tasa de inflación es relativamente alta, a varias estimaciones. Pero de todas maneras, el problema es que estamos discutiendo el termómetro en vez de discutir cómo curar al enfermo".