Un intervalo de hasta 10 meses entre la primera y la segunda dosis de la vacuna AstraZeneca / Universidad de Oxford aumenta la protección contra COVID-19, encontró un nuevo estudio.

Investigadores del grupo Oxford Vaccine dijeron el lunes que un período entre dosis de hasta 45 semanas resultó en un aumento de los niveles de anticuerpos y una respuesta inmune mejorada. El profesor Andrew Pollard, investigador principal del ensayo de la vacuna de la Universidad de Oxford, dijo que el estudio "debería ser una noticia tranquilizadora para los países con menor suministro de la vacuna, que pueden estar preocupados por los retrasos en el suministro de segundas dosis a sus poblaciones".

En febrero, el Grupo de Vacunas de Oxford ya había descubierto que una demora de hasta tres meses conduce a una respuesta inmune más alta que después de un período entre dosis de seis semanas.

El último estudio también mostró que una tercera dosis de "refuerzo" administrada seis meses después de la segunda dosis conduce a "un aumento sustancial de anticuerpos" y a inducir "un fuerte impulso a la respuesta inmune contra el SARS-CoV-2, incluidas las variantes", los investigadores del grupo Oxford Vaccine, dijo el lunes.

Los investigadores encontraron que los anticuerpos "aumentaron significativamente" después de una tercera dosis y que "la respuesta de las células T y la respuesta inmune contra las variantes también aumentaron".

"No se sabe si se necesitarán inyecciones de refuerzo debido a la disminución de la inmunidad o para aumentar la inmunidad contra variantes de preocupación", dijo la profesora asociada Teresa Lambe, autora principal principal de estos estudios, señalando que la tercera dosis fue "bien tolerada y aumenta significativamente la respuesta de anticuerpos ".

"Esta es una noticia muy alentadora, si descubrimos que se necesita una tercera dosis", agregó. También se encontró que la incidencia de efectos secundarios fue menor después de la segunda y tercera dosis que después de la primera dosis.

La vacuna de AstraZeneca / Universidad de Oxford es una de las cuatro inyecciones de COVID-19 aprobadas hasta ahora por el regulador europeo, pero varios estados miembros han dejado de administrarla o han limitado su uso a grupos de mayor edad debido a informes de coágulos sanguíneos graves.