Boudou declaró ante el Juez Lijo y acusó a los Ciccone
La indagatoria duró casi 6 horas. El Vicepresidente dijo que hizo una defensa jurídica y no política y subió su declaración a Facebook.
El vicepresidente Amado Boudou habló anoche a la prensa tras permanecer más de nueve horas en el edificio Comodoro Py, donde fue indagado por la supuesta apropiación de la imprenta Ciccone Calcográfica. Tras su declaración frente al juez federal Ariel Lijo , el vicepresidente manifestó: "Lo que se abordó hoy fue el análisis técnico-jurídico de la causa. Voy a ampliar mi declaración, me guardé cuestiones políticas para las próximas declaraciones".
"Nosotros buscábamos el máximo nivel de difusión", manifestó Boudou en las escalinatas de los tribunales. Tras la negativa del juez de filmar la indagatoria, el vicepresidente prometió subir a su Facebook la declaración completa. "Pude exponer cada uno de los puntos y respondí las preguntas que tanto el juez como el fiscal me querían hacer", manifestó Boudou. Consideró que hoy sólo se abordó el aspecto "técnico jurídico" de la causa y advirtió: "Voy a pedir ampliar esta declaración para abordar las cuestiones políticas".
Boudou llegó a Tribunales pasadas las 11, pero las primeras dos horas no declaró porque la defensa apeló el rechazo del juez sobre el pedido para hacer ingresar una cámara. Concretamente, los abogados defensores presentaron un recurso de reposición, que obliga a expedirse al fiscal Di Lello.
Según esas mismas fuentes, el vicepresidente le apuntó al juez Lijo, a la firma Boldt y a la familia Ciccone, tal como había adelantado este diario. “Criticó la investigación y al juez Lijo por no haber querido seguir la ruta del dinero”, dijo una fuente judicial que está presente en la indagatoria.
La audiencia empezó con un primer entredicho entre el vicepresidente y el juez cuando éste denegó al acusado la posibilidad de filmar el acto de defensa con cámaras del Senado de la Nación, tal como se lo habían solicitado los abogados defensores mediante un escrito presentado esta mañana. El planteo presentado fue el llamado "recurso de reposición", por lo que ahora debe opinar el fiscal.
Cuando el juez Ariel Lijo le preguntó puntualmente a qué empresarios se refería, el vicepresidente nombró sólo a Raúl Moneta, hoy afectado por una grave enfermedad. Lo consideró clave en la ruta del dinero y comparó su actuación con la que tuvo en otros tiempos el empresario Alfredo Yabrán, quien, según Boudou, también fue financista de los Ciccone, como Moneta.
Además, sostuvo que el juez investigó cuestiones muy menores , como facturas "de cable" (por los servicios de su departamento), y no los millones que, dijo, movieron empresarios importantes.
La indagatoria, que Boudou pedirá ampliar, fue apacible, según fuentes tribunalicias. Durante las ocho horas que duró la audiencia, el vicepresidente cuestionó algunas decisiones del juzgado y criticó la marcha de la causa, pero no denunció al juez. Dejó a salvo de sus críticas al jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray , y no se salió de su discurso mediático.
Boudou insistía en que lo dejaran filmarla para transmitirla en vivo. El juez, que ya le había dicho que no dos veces, volvió a negarse, y el vicepresidente le dijo que era "falaz" su argumento de que el expediente era secreto. Criticó entonces supuestas filtraciones de información que se publicaba en Clarín y LA NACION. Varias veces a lo largo de su exposición Boudou volvió sobre su denuncia de "linchamiento mediático".
Cerrado este tema, antes de empezar a defenderse, el vicepresidente le pidió al juez que le aclarara con qué pruebas lo acusaba de haber sido dueño de Ciccone. Pero Lijo le advirtió que eso no era "un diálogo" sino una indagatoria, donde quien recibía las preguntas era el acusado. Después de que le leyeron las acusaciones, el vicepresidente hizo un relato de su versión del caso, donde negó haber tenido cualquier "interés" en el levantamiento de la quiebra de Ciccone. Si bien siempre dijo que estaba haciendo una defensa jurídica, no eludió algunas críticas de claro corte político. Por ejemplo, cuando se defendió de la acusación ligada a la Casa de la Moneda. Según el juez, hay pruebas de que frenó un proyecto para modernizar este organismo para quitarle competencia a Ciccone.
Boudou lo negó y dijo que el deterioro de la Casa de la Moneda había sido culpa del gobierno de la Alianza, que tenía entonces trabajando ex directivos de Boldt. Pero Boudou afirmó que el "desguace" se concretó con el gobierno de Eduardo Duhalde, que le quitó ciertas exclusividades que tenía la Casa de la Moneda.
Otro punto que tocó Boudou fue el contrato de The Old Fund (TOF), el fondo que se quedó con Ciccone, detrás del cual, según el juez, estaban Boudou y su amigo y socio José María Núñez Carmona. TOF ganó sus primeros millones interviniendo en la reestructuración de la deuda pública de la provincia de Formosa.
Fue la factura número 3 de TOF y Boudou firmó esa reestructuración como ministro de Economía. Según declaró ayer, él no sabía que Formosa habría sido asesorada por TOF. Negó haberse interesado en el trámite de la AFIP relativo a la quiebra de Ciccone y su posterior levantamiento, y dijo que si hubiera cometido algún ilícito, hubiera sido obligación de Ricardo Echegaray, jefe de la AFIP, denunciarlo.
Pero sus principales críticas fueron para los Ciccone. "Trataron con la dictadura y con gobiernos africanos y hoy tienen miedo", dijo el vicepresidente, en alusión a viejos negocios cuestionados de la imprenta. Según Boudou, "insulta la inteligencia" creer que los Ciccone actuaron en este caso bajo amenaza. Para Boudou, se presentaron con un discurso guionado.
El vicepresidente criticó a Lijo porque fue benévolo con las preguntas a la familia Ciccone. También criticó la "sorprendente" decisión del juez de pasarlos de acusados a testigos y de testigos a acusados nuevamente.