Capitanich afirmó que la Corte "debe funcionar con cinco miembros"
Así, dio a entender que el Gobierno propondría un nuevo integrante cuando se retire Zaffaroni, en enero. Lorenzetti había dicho que el Máximo Tribunal podía funcionar con cuatro
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, fue enfático esta mañana al señalar que la Corte Suprema de Justicia "debe funcionar con cinco jueces", tras los dichos Ricardo Lorenzetti respecto a que podría estar integrada por cuatro miembros.
"Tenemos una ley y un procedimiento de selección y a esto debe atenerse a eventuales designaciones", afirmó el funcionario. Es que tras el fallecimiento de Enrique Petracchi y el anuncio de retiro del cuerpo por parte de Eugenio Zaffaroni, cuando cumpla 75 años en enero, el Máximo Tribunal pasará a tener cuatro integrantes.
En este sentido, Capitanich señaló "la combinación de procedencia, género y especialidad" como atributos fundamentales, que el Ejecutivo tendrá en cuenta para la designación de un nuevo juez de la Corte. Por la reiteración del término "género", dejó entrever que el próximo nominado podría ser una mujer. Carmen Argibay, una de las dos mujeres que tenía la Corte, falleció en mayo de este año.
El próximo enero, cuando Zaffaroni efectivice su retiro, la Corte quedará con una sola mujer, la vicepresidenta Elena Highton de Nolasco. El resto de los integrantes: Lorenzetti, presidente del Máximo Tribunal, y sus otros miembros Carlos Fayt (de 96 años pero quien dijo que seguirá en su cargo) y Juan Carlos Maqueda.
De esta manera, el gobierno de Cristina Kirchner a comienzos de 2015 podría designar a un miembro de la Corte y seguir los pasos detallados por Capitanich: "Un sistema de audiencias públicas, publicación de antecedentes de los miembros propuestos, audiencia pública en el Senado de la Nación e impugnación".
Sin embargo, desde la UCR ya adelantaron que se opondrán a que la Presidenta designe a un nuevo miembro para el tribunal. Ernesto Sanz, presidente del partido, sustuvo que "la designación es un atributo que le corresponde al próximo gobierno". La advertencia no es menor: el Gobierno necesita el voto de dos tercios del Senado (48 manos alzadas) para aprobar un nuevo pliego. Sin algún apoyo opositor, será imposible.