La Secretaría de Inteligencia (SI), a cargo de Oscar Parrilli, le hizo saber al juez federal Ariel Lijo que las dos personas mencionadas por el fiscal Alberto Nisman como integrantes de la SI “no pertenecen ni han pertenecido (a la ex SIDE) como personal de la planta permanente, contratado, de gabinete ni personal transitorio”. Se trata de Ramón “Allan” Héctor Bogado y el ex juez Héctor Yrimia.
 
En el escrito, Parrilli le notifica a Lijo que Bogado tiene dos causas por tráfico de influencias, ya que se hizo pasar por integrante de la SI ante la Dirección de Aduanas y ante un particular en un expediente por extorsión. Una causa es de 2013 y la otra de 2014. Tras la desclasificación, por orden de la Presidenta, de la identidad del supuesto agente, el juez Lijo resolvió publicar la totalidad de la denuncia de Nisman en el Centro de Información Judicial (CIJ), un resorte que depende directamente del titular de la Corte, Ricardo Lorenzetti.
 
Antes de su muerte, Nisman había dicho que no quería dar a conocer las 300 páginas de su denuncia contra la Presidenta, funcionarios, diputados, dirigentes de izquierda y piqueteros porque “el texto incluía los nombres de agentes de inteligencia involucrados”, excusa que se acabó con la autorización del Ejecutivo a publicar sus nombres. En el texto completo de la denuncia que se conoció ayer no hay novedades importantes; es una ampliación de lo que Nisman había afirmado mediáticamente. Además, las escuchas son unas pocas, todas a Khalil y con intervención de personas que públicamente se manifestaron favorables a Irán, como D’Elía y Esteche, que no son funcionarios.

Desde el periodismo opositor se insiste con la tesis de “un documento secreto” que “sería la prueba clave del supuesto encubrimiento orquestado” para exculpar a iraníes del atentado a la AMIA. Pero se basa exclusivamente en trascendidos periodísticos del extinto José Eliaschev sobre “una cumbre entre Timerman con su par iraní en 2011”. Luego de ese encuentro sobrevino años más tarde el Memorándum de Entendimiento entre Argentina e Irán, por el cual el juez del caso AMIA podía interrogar en ese país a los sospechosos, señaló por Continental Gabriel Levinas. "Mantuve algunas diferencias con Nisman, pero me había contado de la denuncia. Siempre tuve dudas respecto de la participación de Irán, pero de todos modos hay un componente extranjero en el atentado a la AMIA", añadió el productor de Lanata en La Mirada Despierta.