“Me rompió el corazón”, es una frase que hemos escuchado. En realidad, es difícil que alguien pase por esta vida sin haberlo sentido alguna vez. Pero el corazón roto de las tarjetas románticas o la poesía, tiene un correlato orgánico.

En cardiología, llaman síndrome del corazón roto, a las personas que sufren un dolor repentino de pecho y piensan que están teniendo un ataque cardíaco. Este síndrome afecta solo a una parte del corazón. Además, interrumpe temporalmente la manera en que el corazón bombea sangre. El resto del corazón sigue funcionando de manera normal, pero posiblemente, el hecho provoque alguna cicatriz menor en el órgano vital.

Científicamente, se trata de la llamada miocardiopatía de tako-tsubo, o síndrome de discinesia apical transitoria, consiste es un síndrome cardíaco agudo, que se asemeja al infarto agudo de miocardio. 

Según la afamada Clínica Mayo, tal afección cardíaca “a menudo se debe a situaciones estresantes y emociones extremas”, como lo  es un desamor o una decepción amorosa. 

Así que estimados, a cuidarse, el corazón roto le puede provocar una tremenda tristeza, pero también una prolongada internación y una cicatriz física en el “bobo”. Y si va a padecer la decepción con estoico sufrimiento, al menos, mantenga al día la obra social.