El gobierno reiteró su rechazo a “la presencia militar británica en territorios y espacios marítimos argentinos del Atlántico Sur”, luego de que el Reino Unido confirmara que enviará una fragata a la zona para proteger “los intereses británicos”.

“Esta presencia que se hay transformado en una verdadera fortaleza militar en el área, resulta una afrenta no sólo para la Argentina sino que también para la región toda, tal como expresamente lo manifestara la Unión de Naciones de América del Sur (UNASUR)”, señaló la cancillería mediante un comunicado.

La cartera que conduce Héctor Timerman advirtió que “dicha presencia militar es contraria a la política de la región de apego a la búsqueda de una solución pacífica de la controversia sobe la cuestión de las Islas Malvinas, de conformidad con los llamamientos de la comunidad internacional”.

“Resulta anacrónico y contrario a derecho que, en pleno siglo XXI, se pretenda con una fuerte presencia militar garantizar la continuidad de una situación colonial que asegure el acceso y la explotación por parte de la metrópoli de los recursos naturales renovables y no renovables de territorios y espacios marítimos ilegítimamente ocupados y sujetos a una disputa de soberanía reconocida por las Naciones Unidas”, insistió la sede diplomática argentina.

Además, recordó que “la voluntad pacífica de la República Argentina está ampliamente demostrada a través de múltiples declaraciones y, en particular, de sus Constitución Nacional que la compele a alcanzar una solución pacífica a la disputa de soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes”.

El documento difundido concluye con una nueva invitación del gobierno argentino al gobierno británico a “responder al mandato de las Naciones Unidas que a través de diez resoluciones de su Asamblea General exhorta a ambos gobiernos a reanudar las negociaciones a fin de alcanzar una solución definitiva a la disputa de soberanía”.