En el marco del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, se presentó un testimonio clave: el de Santiago Giorello, dueño de la casa en el country San Andrés, Tigre, donde el astro argentino pasó sus últimos días. Su testimonio aportó información relevante sobre las condiciones de la propiedad y las circunstancias del alquiler.

Giorello era el propietario de la vivienda en el barrio privado San Andrés. La casa era la residencia permanente de Giorello y su familia. Por necesidades económicas, decidieron alquilar la propiedad a Maradona en noviembre de 2020.

También declara Andrea Flavia Penelope Jordan, quien se encargó de negociar el alquiler de la casa en el country San Andrés, Tigre, donde Maradona pasó sus últimos días. Durante la instrucción, Jordan, de 51 años, declaró el 8 de noviembre de 2021 y afirmó tener una inmobiliaria en Nordelta, con 10 años de experiencia en el rubro. Ella fue la encargada de mostrar las propiedades disponibles y de llevar a cabo las negociaciones para el alquiler de la casa.

Según su testimonio, la búsqueda de una casa para Maradona involucró a varias personas, incluyendo a sus hijas y a su entorno cercano. Maradona buscaba una casa para una estadía corta, de aproximadamente dos meses. La elección de la casa en el country San Andrés se produjo después de descartar otras opciones.

Jordan realizó varias videollamadas para mostrar la propiedad a Maradona y a sus allegados. El contrato de alquiler se cerró por un período de dos meses. Vanesa Morla fue quien firmó el contrato de alquiler. Jordan destacó la dificultad que tenia para alquilar una casa a Diego Maradona, debido a su perfil publico.