La capacidad instalada alcanzó el nivel más alto de la era Milei, pero sigue por debajo del 60%
El 59,7% de julio implica una suba de 5,2% en relación al mes anterior, pero sigue un 5,3% abajo de igual mes de 2023. Las principales incidencias negativas se registran en sectores como sustancias y productos químicos, la industria metalmecánica, excluyendo automotores, así como en la producción de papel y cartón.
En el mes de julio, la industria manufacturera en Argentina utilizó el 59,7% de su capacidad instalada, experimentando un incremento de 5,2 puntos porcentuales (p.p.) respecto al mes anterior. Esta información fue proporcionada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, es importante destacar que este porcentaje representa una disminución de 5,3 p.p. en comparación con el mismo mes del año anterior, cuando el uso de la capacidad instalada alcanzó el 65%.
El informe del INDEC señala que las principales incidencias negativas en la utilización de la capacidad instalada se registran en sectores como sustancias y productos químicos, la industria metalmecánica, excluyendo automotores, así como en la producción de papel y cartón. A pesar de que el uso de la capacidad instalada en la industria ha alcanzado su nivel más alto desde el inicio del Gobierno de Javier Milei, aún se encuentra por debajo del umbral del 60% y también del promedio del año 2023, que se situó en 65,6%.
En cuanto a los bloques sectoriales, algunos de ellos han mostrado niveles de utilización de la capacidad instalada que superan el promedio general. Estos incluyen la refinación del petróleo con un 83,1%, sustancias y productos químicos con un 65,7%, productos alimenticios y bebidas con un 65,4%, industrias metálicas básicas con un 61,5% y papel y cartón con un 60,3%.
Por el contrario, hay sectores que se encuentran por debajo del promedio general. Estos son productos minerales no metálicos con un 52,3%, industria automotriz con un 52,2%, metalmecánica excepto automotores con un 51,1%, productos textiles con un 49%, edición e impresión con un 48,8%, productos del tabaco con un 47,9% y productos de caucho y plástico con un 44%. Este análisis resalta la disparidad en la utilización de la capacidad instalada en diferentes sectores de la industria manufacturera argentina.