La censura explícita y previa a medios rusos en países occidentales
En medio del conflicto, los estados occidentales supuestamente democráticos, no quieren que los ciudadanos tengan acceso a información divergente con sus posturas.
Algunos pueden decir que combatir regímenes autoritarios con mecanismos democráticos, pone a estos últimos en desventaja. Y tal vez sea cierto, pero en definitiva, son los sistemas de gobierno que cada país se ha dado a sí mismo, de cara a sus ciudadanos y al resto del mundo.
El argumento pierde validez recurrentemente, cuando países de corte liberal democrático, deciden tomar medidas autoritarias, cosa que se ha visto ultimamente de forma reiterada, basados en la excusa de la fake news y de la "protección" que se hace del ciudadano para que no reciba "información falsa".
Pero ese exceso de "protección" no es liberal ni es democrático. La libertad de expresión y prensa es la base excluyente de un sistema que se pretende democrático. La pluralidad de voces es absolutamente sustancial y la libre formación de las ideas con la información completa no puede ser impedida por los estados.
Tanto la Unión Europea, como los Estados Unidos han decidido bloquear a los medios rusos como por ejemplo la cadena Sputnik News, censurarlos de modo que los usuarios que quieran leer su contenido no puedan acceder. La "democracia de guerra" no parece muy democrática.
Los norteamericanos lo han vivido con el ex presidente Donald Trump. El magnate, fue prohibido en los medios y también en las redes sociales, al punto que debió armar una red social propia para poder expresarse, todo ello con la. excusa de que "dice mentiras". Y quien juzga que es mentira y que es verdad, como para suspenderlo en su libertad de expresión, son los cinco ejecutivos de los grandes medios y los tres que manejan las principales redes sociales. Ellos indican "democráticamente", que podés leer y que no.
El mundo ha coincidido hace tiempo en que no existen delitos de prensa. Lo puede haber son delitos cometidos por medio de la prensa, y esa doctrina incluye las redes sociales. Y si alguien comete un delito usándose de la prensa, digamos, la promoción a la toma del Capitolio en el caso de Trump, deberá ser condenado por ello, pero nunca censurado previamente, porque si eso ocurre la "democracia" proclamada es una ficción.
Lo mismo ocurre ahora con la información de la guerra en Ucrania. Es antidemocrático prohibir la visión de los hechos del gobierno ruso y sus cadenas de medios. Quien pretende que se crea su propia versión, impidiendo que se conozcan otras versiones, es un autócrata de la peor calaña.
La falacia democrática es obvia cuando esto ocurre y si se está dispuesto a violar la libertad de expresión, el máximo derecho de un sistema como el instituído por la Constituciones occidentales, se está dispuesto a todo. Censura no.