Un estudio descubrió que el calentamiento global podría llegar a afectar el sueño de todos
Los datos demostraron que a las personas les resulta más difícil dormir, especialmente las mujeres y las personas mayores, lo que tiene graves efectos de salud.
El aumento de las temperaturas provocado por la crisis climática está reduciendo el sueño de las personas en todo el mundo, según ha descubierto el estudio más grande hasta la fecha.
Dormir bien es fundamental para la salud y el bienestar. Pero el calentamiento global está aumentando las temperaturas nocturnas, incluso más rápido que durante el día, lo que dificulta el sueño. El análisis reveló que el ciudadano global promedio ya está perdiendo 44 horas de sueño al año, lo que lleva a 11 noches con menos de siete horas de sueño, un punto de referencia estándar de sueño suficiente.
La pérdida de sueño aumentará aún más a medida que el planeta continúe calentándose, pero afecta a algunos grupos mucho más que a otros. Las mujeres y los adultos mayores serán los más afectados de entre ellos.
Las mujeres pueden verse más afectadas porque sus cuerpos suelen enfriarse más rápido que los hombres cuando se van a dormir y tienen niveles más altos de grasa subcutánea en promedio, lo que hace que el enfriamiento sea más lento. También se sabe que las personas mayores duermen menos por la noche y tienen una peor regulación de la temperatura corporal, lo que puede explicar su susceptibilidad.
“Para la mayoría de nosotros, el sueño es una parte muy familiar de nuestra rutina diaria; pasamos casi un tercio de nuestras vidas durmiendo”, estableció Kelton Minor, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca, y quien dirigió la investigación. “Pero un número creciente de personas en muchos países del mundo no duermen lo suficiente”.
Además, Minor reveló que el sueño reducido por noches más cálidas es un problema que afecta actualmente a grandes poblaciones. Por ejemplo, reveló que en una noche por encima de los 25 °C en una ciudad de un millón de habitantes daría como resultado que 46 000 personas adicionales sufrieran menos sueño.
Esta investigación tiene importantes implicaciones para aquellos que formularán las políticas del futuro, ya que deberán asegurarse de que las ciudades, los pueblos y los edificios estén bien adaptados al calor para reducir los impactos en la salud del aumento de las temperaturas.