Una investigación periodística revela que un obispo católico en la Argentina cobra alrededor de diez mil pesos mensuales.

Por Continental, Gabriel Michi, autor del trabajo, destacó que “los salarios de los prelados son establecidos por leyes de la dictadura que fijan sus ingresos en el 80 por ciento de lo que percibe un juez de la Nación”.

“Eso da entre doce y trece mil pesos mensuales. Las autoridades dicen que cobran menos, entre ocho y nueve mil pesos. A todo esto se suma el dinero que el Estado da a los colegios religiosos”, reseñó en La Mañana.

“El Estado gasta cuatro mil quinientos millones de pesos por año para subsidiar a los colegios confesionales del país”, añadió. 

Y aclaró que, “si bien ese dinero es para todas las religiones, la católica es la más beneficiada”.