¿Cambió Berni o la realidad?
¿Quién cambió? ¿Sergio Berni, Cristina o la realidad? Porque todo lo que dijo Berni es absolutamente cierto y riguroso.
¿Quién cambió? ¿Sergio Berni, Cristina o la realidad? Porque todo lo que dijo Berni es absolutamente cierto y riguroso. Digo esto y me sorprendo de estar coincidiendo con un funcionario kirchnerista que actúa como si fuera el ministro de seguridad. Lo extraño es que Sergio Berni acaba de decir lo que muchos dirigentes de la oposición, gran parte de la sociedad y de los periodistas independientes venimos diciendo hace mucho. Le hago una lista corta:
Primero: Que para solucionar el problema de la inseguridad que es grave, primero hay que reconocer que existe y dejar de negarlo. Segundo: que no es un invento ni una paranoia de los medios como dijo el doctor Zaffaroni y mucho menos una sensación como dijo Anibal Fernández. Es un drama absolutamente real que cada día afecta a más gente y sobre todo a los más humildes que están indefensos frente a los robos y los crímenes. El combate contra la delincuencia debe estar en una agenda de estado y fuera del cruce de chicanas políticas porque no hay que jugar con la vida ni con la muerte de los argentinos. Por lo tanto debe haber colaboración entre la Nación y todas las provincias. En el Área Metropolitana es urgente el trabajo mancomunado entre Berni y los gobiernos de Daniel Scioli y Mauricio Macri. Necesitamos fuerzas de seguridad de excelencia profesional y de gran honestidad para evitar las coimas, los arreglos con las bandas y para que el ciudadano se sienta cuidado por la policía y no que les tenga más miedo que a los pistoleros, como ocurre a veces.
La lucha contra la droga es fundamental. Porque la presencia del paco sobre todo, fue quemando la cabeza de los jóvenes marginales y hoy son cada vez más crueles y sanguinarios. Hay que apoyar todo con políticas sociales de trabajo, educación, equidad, desarrollo y contención porque si no se cierra la fábrica de delincuentes no hay forma de ganar esta batalla clave. Hay que superar la discusión presuntamente ideológica que paraliza la acción. Hay que respetar la ley al máximo. Erradicar manos duras y gatillos fáciles pero darle a la policía la tranquilidad de que puede actuar con firmeza en defensa de la sociedad.
Hay que evitar los cientos de discursos que conviven, sobre todo en el oficialismo. Las señales que bajan desde el poder son muy contradictorias. Y estamos llegando a un límite. Se lo digo porque los narcos hacen lo suyo cada vez con mas contundencia. Porque las barras bravas corruptas ayer amenazaron nada menos que al jefe de la Policía Federal en su propio domicilio, porque en el mundo del fútbol todo está descontrolado, porque las salideras y los arrebatos están a la orden del día.
Alguna vez hay que pararse de verdad frente a este flagelo. Alguna vez hay que tomar el toro por las astas y dedicarse en forma profesional. Sin mentiras electoralistas ni oportunismos. Esa es la gran duda que surge ahora con las declaraciones de Sergio Berni. De golpe, de un día para el otro, repite todo lo que antes el gobierno de Cristina y sus figuras mas importantes negaban. ¿Qué pasó? ¿Quién cambió? ¿Recién ahora hay inseguridad. O antes no querían verla?
Bienvenida Cristina y Berni a la realidad que rompe el relato mentiroso. Ojalá no sea solo maquillaje ni jueguito para la tribuna porque sintieron que en el fuerte voto castigo que recibieron hay muchos que son reclamos por la falta de políticas claras para aumentar la seguridad.
Siempre me gusta decir que vivir en paz, sin miedos y con tranquilidad con nuestras familias es un derecho humano básico. Poder trabajar, estudiar, convivir sin estados de preocupación extrema o pánico hasta que regresen a la casa nuestros hijos es mejorar fuertemente la calidad de vida. Progresismo puro y del mejor. Sentirse protegidos y no sentirse amenazados es lo mínimo que necesita cualquier argentino para poder desarrollarse junto a sus seres queridos.
¿Era tan difícil entenderlo? ¿Tan tozudos fueron en el poder que ocultaron el tema y le echaron la culpa a los medios de comunicación durante la década desperdiciada? ¿Se dan cuenta del tiempo valioso que se perdió? Pero nunca es tarde para reconocer errores. Hay que poner manos a la obra. El gobierno tiene la gran oportunidad de demostrar que su preocupación y su dedicación son genuinas y no solo fuegos artificiales demagógicos. ¿Quién cambió? ¿Berni, Cristina o la realidad? ¿Recién ahora aterrizan? Las palabras hablan de que por fin reconocieron que las demandas de todos eran justas. Ahora falta ver las medidas concretas. Falta verlos en acción. En definitiva, falta ver para creer.