Astor Piazolla nació 11 de marzo de 1921, en Mar del Plata. En 1925, la familia decidió radicar en Nueva York, sin embargo, tuvo un fugaz retorno a Mar del Plata en 1930, año en el que el joven Piazzolla mostró un fuerte interés por la música y comenzó a estudiar bandoneón con Andrés D´Aquila.

Durante su juventud tocó y realizó arreglos orquestales para el bandoneonista, compositor y director Aníbal Troilo. Cuando comenzó a hacer innovaciones en el tango en lo que respecta a ritmo, timbre y armonía, fue muy criticado por los tangueros de la «Guardia Vieja», ortodoxos en cuanto a ritmo, melodía y orquestación. Pero en los años posteriores sería reivindicado por intelectuales y músicos de rock.

Se dice que en sus últimos 10 años escribió más de 300 tangos, unas 50 bandas musicales de películas, entre las que destacan: “Henri IV”, de Marco Bellochio; “Lumiére”, de Jeanne Moreau; “Armaguedon”, de Alain Delon; “Sur” y “El exilio de Gardel”, así como temas musicales para obras teatrales y ballets.

El 4 de agosto de 1990, Astor Piazzolla padeció en París una trombosis cerebral. Después de dos años de enfermedad falleció un día como hoy pero del año 1992, en Buenos Aires.

Entre los músicos a quienes Piazolla admiraba profundamente se encuentran Alfredo Gobbi y, fundamentalmente, Osvaldo Pugliese.
Este último con sus composiciones Negracha, Malandraca y La yumba se adelantó a lo que Piazzolla luego realizó como músico.

Básicamente en la música de Piazzolla la marcación rítmica está basada en el tango Negracha (de Pugliese) compuesto en 1943 y grabado en 1948. Siempre hubo entre Osvaldo Pugliese y Piazzolla una relación de respeto y admiración mutua. Se encontraron por primera vez en un escenario afuera del país. Fue el 26 de junio de 1989 donde tocaron juntos en Amsterdan.  La entrevista que compartimos con ustedes es previa a ese recital donde ambos hablan sobre la relación que mantenían y el amor al tango.