Greta Garbo nació el 18 de septiembre de 1905 en Estocolmo. El American Film Institute la considera la quinta estrella femenina más importante de la historia del cine. Su vida siempre estuvo rodeada de misterio y de múltiples preguntas que jamás respondió.





A los 14 años, quedó huérfana de padre y ella se vio forzada a abandonar la escuela para trabajar y ayudar a su familia. Consiguió un trabajo en un almacén y pronto la descubrieron para hacer campañas publicitarias y de ahí directo a su primer cortometraje.

A los 17 años recibe una beca para estudiar teatro en la escuela de Estocolmo. Aunque el ascenso como estrella fue en los últimos años del cine mudo, la llegada del sonoro no la perjudicó como a Mary Pickford, Gloria Swanson y otras divas del momento. Aunque las novedosas películas con sonido delataban su fuerte acento sueco, Garbo retuvo y reforzó su estrellato, y ya con su primera película sonora (Anna Christie de Clarence Brown) fue nominada al premio Óscar.

En la cúspide de la popularidad, Garbo dejó el mundo del cine a la temprana edad de 36 años y vivió el resto de su vida en un bien alhajado apartamento en Nueva York cerca de Central Park, totalmente retirada y evitando cualquier contacto con los medios informativos. No acudía a fiestas ni actos públicos; incluso cuando le ofrecieron un Óscar Honorífico, lo rechazó.

La salud de Garbo comenzó a declinar a mediados de la década de 1980 y el 15 de abril de 1990 muere víctima de un síndrome renal y de neumonía en la ciudad de Nueva York. Tenía 84 años.