Si el gobierno cree que lo que ocurrió en Córdoba es algo localizado, se equivocó. No dimensionó el efecto dominó. Tenemos ahora lo que pasó en La Rioja, lo que pasa en Catamarca, Río Negro y Neuquén.

Claramente, antes de que sucediera algo le envió el dinero a Scioli para pagar los sueldos.

Mientras tanto, lo que crece es la conflictividad social.