JOHHANNESBURGO, Sudáfrica.- La tarde soleada de domingo que calentó a Johannesburgo ayudó mucho para que la fiesta que iba a empezar en el Soccer City fuera mejor de lo que muchos esperaban. Es que estar a 20 grados durante la tarde cambia mucho los planes de lo que se va a hacer en la noche, eso lo digo, si tenemos en cuenta que los días anteriores lo máximo que hacía en el día era 10 grados y en la noche bajaba hasta cero o menos…

Afortunadamente la tarde noche fue perfecta, miles de brasileros llegaron al estadio para ver a su selección jugar ante Costa de Marfil.

¿Qué puedo decir que no se sepa de la forma en que los hinchas brasileros arman las fiestas antes, durante y después de un evento deportivo? Esta vez no sería la excepción, todo lo que ya conocemos se hizo presente. Banderas de Brasil y de equipos de ese país, trompetas, tambores, mujeres lindas, gente bailando samba y haciendo mucho ruido, y más ahora cuando tienen en sus manos una vuvuzela.

Lo diferente esta vez fue el poder estar ahí con ellos, escucharlos hablar, reír, tomarse fotos con propios y extraños, pero siempre con una sonrisa en la cara. Esto es lo que más caracteriza al pueblo brasileño. Afortunadamente mientras caminaba del estacionamiento al centro de prensa, pude conversar con una pareja que me contaron que llevaban más de 15 días viajando por África, ya que llegaron en auto desde Egipto y sólo para este partido porque no consiguieron entradas para algún otro. Esto es realmente amor por la verdeamarelha.

Para contar un poco sobre los hinchas de Costa de Marfil podría decir, como es lógico, que eran muchísimos menos que los suramericanos, de hecho, pude ver sudafricanos, con banderas y la cara pintada con los colores de Los Elefantes. Uno de esos seguidores me comentó que apoyaba a este equipo porque era una selección representante del continente africano.

Al entrar al estadio pudimos apreciar el lindo espectáculo que la torcida tenía montado en las tribunas y fue cuando nos dimos cuenta que Brasil, juegue donde juegue, siempre será local por la fiesta o por sus fanáticos, que aunque sean pocos o muchos, siempre dan todo para demostrar que son los número uno en felicidad y porque no, en jugar fútbol.

Sólo como dato complementario, Brasil goleó a Costa de Marfil, pero en las tribunas lo dieron como un hecho desde mucho antes de que empezara el partido, porque en ningún momento dejaron de celebrar, ni siquiera cuando ya se había terminado el juego.dades tan bien organizadas dan gusto asistir una y mil veces…