JOHANNESBURGO, Sudáfrica.- Eslovenia vs Estados Unidos, digamos que por nuestros gustos futbolísticos y por la importancia de cada selección, no era el partido que más nos llamara la atención para verlo en vivo, pero desde que estacionamos a unas cuantas cuadras del estadio Ellis Park todo empezó a gustarnos poco a poco.

En nuestro camino hacia el centro de prensa ubicado al lado de la catedral del rugby sudafricano, nos empezamos a encontrar con varias escenas bastante llamativas. Vimos hinchas con banderas estadounidenses que no eran de ese país; había sudafricanos, mexicanos, colombianos con la cara pintada con los colores azul, blanco y rojo. Nos pareció muy curioso como gente de otros países y sobretodo de México o Colombia, estuvieran apoyando los norteamericanos.

Lo mejor de todo es que no importaba de que país fueran o a quien apoyaban esta tarde, porque el colorido en la previa al encuentro fue excelente. Cientos de sombreros con banderas, y figuras alusivas a Estados Unidos estuvieron al orden del día. Los americanos, con su particular manera de hacer fiesta alegraban la soleada tarde, soleada pero con mucho frío.

Para suerte de los “gringos” o “yankees” como se les conoce, la cerveza y comidas rápidas estaban por todos lados, así que se sentían como en casa, y así lo hicieron saber antes, durante y después del partido.

El famoso !!U.S.A., U.S.A., U.S.A.!! (Pronunciado en inglés) Se escuchaba en todas los rincones del estadio, ya que tanto americanos como sudafricanos o demás latinos apoyando al país del Tío Sam envolvían el ambiente con un sólo canto.

Obviamente no me voy a olvidar de los eslovenos, que aunque eran muchísimos menos en cantidad, siempre se hicieron sentir con sus cantos y grandes banderas con los colores distintivos. Además, como ya es costumbre de estos países de la ex Yugoslavia, la belleza de sus mujeres nos dejó sin palabras en más de una ocasión. Podrá sonar repetitivo, pero es que no me puedo callar tal cosa…

Como para variar en esta semana que ya casi termina, el frío nos obligó a entrar rápido al estadio para poder ubicarnos en la tribuna de prensa y esperar por el inicio del juego. Ya sentados, mientras esperábamos por los equipos, las tribunas con cientos de banderas de Estados Unidos moviéndose de un lado a otro hacían del paisaje algo único.

Los grupitos de hinchas eslovenos se dejaban ver gracias, como lo conté antes a sus grandes banderas, ya que si no fueran por ellas se hubieran perdido entre los fanáticos americanos.

Al final del partido, eslovenos y norteamericanos salieron muy contentos, ya que pudieron ver un entretenido juego que terminó igualado 2-2, con la salvedad, que debido a un gigante error arbitral Estados Unidos pudo haber conseguido los tres puntos.