El papa Francisco visitó hoy Calabria, en el sur de Italia, y clamó contra los crímenes de la 'Ndrangheta, la poderosa mafia calabresa. "La mafia es el desprecio del bien común. Tiene que ser combatida, alejada, y la Iglesia tiene que ayudar", sostuvo ante miles de personas.

Francisco visitó Cassano allo Jonio, un pueblo de 17.000 habitantes en la provincia de Cosenza, donde la mafia asesinó en enero a un niño de tres años en un "ajuste de cuentas". Esta mañana, después de saludar a los presos de la cárcel de Castrovillari, el Papa pidió reunirse con el padre y las dos abuelas del niño (Nicola Campolongo, "Cocò") y les dijo que reza todos los días por él.

"No más víctimas de la 'Ndrangheta", pidió el pontífice. Tras la visita a la cárcel y al hospital San Giuseppe Moscati, Francisco fue a la iglesia principal, donde se reunió con sacerdotes y compartió un almuerzo con personas en situación de pobreza extrema.
Luego, el Papa celebró una misa en la localidad de Sibari. "La 'Ndranghetta es la adoración del mal, de la destrucción del bien común. Los mafiosos no están en comunión con Dios, están excomulgados", dijo.

"La mafia es el desprecio del bien común. Tiene que ser combatida, alejada, y la Iglesia tiene que ayudar", agregó.
Francisco se dirigió a los jóvenes. "No dejen que les roben la esperanza. Permaneciendo junto a Jesús, sabrán oponerse al mal, a la injusticia y a la violencia", sostuvo.