La fábula del pingüino y la verdad
Lo vivieron en carne propia. Fontevecchia en el diario Perfil y Lanata en Página 12 y en Crítica. Nadie puede dudar de la honestidad intelectual de ambos que, equivocados o no, mantuvieron siempre una distancia prudencial tanto del gobierno de los Kirchner como del grupo Clarín.
Nadie puede creer que Jorge Fontevecchia o Jorge Lanata sean cómplices de Clarín. Son dos de los periodistas y directores de diarios que más veces criticaron los manejos arbitrarios y abusivos de Papel Prensa. Lo vivieron en carne propia. Fontevecchia en el diario Perfil y Lanata en Página 12 y en Crítica. Nadie puede dudar de la honestidad intelectual de ambos que, equivocados o no, mantuvieron siempre una distancia prudencial tanto del gobierno de los Kirchner como del grupo Clarín. Sin embargo Lanata, confirmó la historia irregular de Papel Prensa pero aseguró que “no es como el gobierno la cuenta”. Cuando estuvo en el programa de María O’Donnel en esta radio, dijo textualmente: “Me pasé la vida puteando contra Papel Prensa pero en este caso me pongo del lado de ellos porque todo esto se debe hacer con los jueces y no con un patotero con guantes de box”, en obvia referencia a Guillermo Moreno.
Dijo claramente que “estamos en una república y no en una autocracia, todo debe ser investigado y condenado por la justicia. No podemos aceptar que estas cosas pasen. No se puede usar la fuerza del estado para pasar por encima del derecho de las personas. Es inaceptable que un ministro haga de juez. Si esto es una monarquía que avisen. Porque si no mañana van a decir que Lanata o cualquier periodista tiene que ir preso y te va a meter en cana Moreno, o la Jotapé o la Cámpora. Quiero que sepan que si empiezan a detener periodistas yo no voy a estar del lado de la policía”. Como siempre, Jorge Lanata habló clarito, sin eufemismos. Tómelo o déjelo. Es lo que opina y nadie le paga para que opine así. Lo dice porque lo piensa.
Jorge Fontevecchia, insisto, fue víctima de Clarín aunque también y mucho mas cruelmente de la dictadura. Y sus palabras fueron en el mismo sentido de defensa de la legalidad que las de Lanata: “Moreno no puede hacer de fiscal. El ejecutivo quiere asumir papeles del poder legislativo y del judicial. Avanzan sobre Clarín con métodos no democráticos. El gobierno no entiende como funcionan los medios. El argumento de que la posesión de Papel Prensa crea una ventaja competitiva para Clarín y La Nación atrasa 10 años. Hoy sobra papel y el importado cuesta menos que el nacional.”. Insisto con el tema. No se trata de dos periodistas amigos de Clarín. Pero se manifiestan amigos del respeto por la ley y en contra de los linchamientos públicos fomentados desde el estado.
Un ejemplo más para terminar. A Pino Solanas tampoco se lo puede acusar de ser cómplice de Clarín. Mucho menos de La Nación. Y muchísimo menos de no defender los derechos humanos ante un delito de lesa humanidad. Sin embargo dijo que el gobierno, en este tema está planteando una fábula. Es de carcajada lo que nos quieren hacer creer. Ya el fiscal Ricardo Molinas certificó que los diarios habían sido compradores de buena fe. Uno de cada diez en la calle se da cuenta que el gobierno está contando una fábula”.
Según el diccionario “fábula” significa:” composición literaria generalmente en verso de la que se suele extraer una enseñanza útil o moral. Rumor o habladuría. Relato falso o inventado.” Fabular es inventar historias. Su primer sinónimo es “cuento” y su primer antónimo es “verdad”. Ese concepto utilizó el gobierno para calificar el informe supervisado por Guillermo Moreno: “La verdad”. Todo lo contrario de “fábula”. ¿Usted a quién le cree?