Nueva York espera al papa Francisco no sólo con grandes murales y merchandising vaticano en todo Manhattan. También prepara desde hace semanas un amplio operativo de seguridad "sin precedentes", según dijo el alcalde Bill de Blasio, ante el temor que despierta en la Gran Manzana la posibilidad de atentados ante la presencia del pontífice y de unos 170 jefes de Estado por la Asamblea General de la ONU.

Según explica el diario The New York Times, la policía local, con ayuda de organismos federales, analizan los posibles escenarios en "ejercicios de simulación a gran escala", que contemplan, por ejemplo, casos de personas armadas en hospitales o una estaciones de transporte público, cortes de energía generalizados y explosiones en hoteles.

El propio De Blasio presenció personalmente los ejercicios en el cuartel general de la Policía, siguiendo minuto a minuto las distintas emergencias organizadas, ninguna que involucrara directamente al Papa, y que incluyen equipos como "un robot de desactivación de bombas, un par de perros policía y las pesadas armas de nueva unidad táctica del departamento".

La visita papal transcurrirá del 21 al 27 de septiembre entre las ciudades de Washington, Nueva York y Filadelfia.

El 24 llegará a Nueva York, donde se quedará tres días. Allí -igual que unos 170 jefes de Estado de todo el mundo- asistirá a la Asamblea General de la ONU y tendrá contacto directo con la gente al encabezar una peregrinación en el Central Park, brindar un servicio en la Zona Cero, visitar una escuela y dar una misa en el Madison Square Garden.

La policía estadounidense está preocupada ante las posibles amenazas de los llamados lobos solitarios -especialmente incentivados por Estado Islámico y Al-Qaeda -, que son difíciles de detectar al no estar vinculado a una organización con ramificaciones.


Agencia ANSA