Apelando otra vez a la cadena oficial, Cristina Fernández de Kirchner le dobló la apuesta tanto a Hugo Moyano como a Daniel Scioli.

A Moyano le dijo que intenta extorsionar a toda la sociedad e insinuó que no piensa modificar el mínimo no imponible de ganancias.

A Scioli le dijo que se deje de operar por los diarios para pedir fondos, que aprenda a gestionar y lo mandó a hablar con un ministro inexistente, Hernán Lorenzino.