Todo jugador sueña con vestir los colores de su país y representar a la selección. No pasa por dinero, sino por lo que siente el corazón. Como el momento en que se cantan los himnos en donde aparecen miles de imágenes, como una estrella fugaz que va de punta a punta.

Varios factores se juegan en la Copa América, sobre los jugadores, que en definitiva son los protagonistas. Recae la presión. Cuando comienza a rodar la pelota empieza la hora de la verdad.

Desde el niño que va a estudiar a la escuela hasta el Gobierno de turno tienen la mirada e ilusión en su patria. El chico quiere que gane Argentina para completar el álbum y que la figurita de Messi se cotice a un mayor valor, está de más decir que no es por dinero.

El ánimo de la población cambiará de un momento a otro si la pelota impacta en la red o la ataja el portero. El Presidente, aunque sea por unas semanas, tendrá un respiro y no será cuestionado por nada.

En las universidades las clases nocturnas terminarán antes, nadie se va a querer perder el partido. La cita debe ser puntual y la unión resaltará por lo demás.

En un torneo internacional no hay millones que alcancen, sponsor que pague o favores de por medio. Estrellas como Tévez (Argentina), Julio César (Brasil), Forlán (Uruguay) o 'Chicharito' Hernández (México), son jugadores consagrados. Juegan por los colores de su bandera y por el prestigio.

El fútbol, entre otras cosas es un negocio. Si separamos la palabra en dos quedaría neg (negar) y ocio (disfrute). En este caso, la definición queda marginada. Con la selección todo pasa a ser deporte, carnaval, encuentros, pero sobre todo ocio.

Como en cualquier ámbito de la vida, el poder atrae y el fútbol no se queda atrás. Pero buscando, aunque cueste, podemos ver más allá. Se produce una pulseada para ver quien tiene más fuerza. Y llegamos a una conclusión: la pasión le gana por goleada al poder.

“….El dinero no es todo, pero como ayuda… “, cantarían los Auténticos Decadentes, banda argentina de rock que se destaca por sus ritmos alegres. Más de una de sus canciones, son himnos futboleros en cada hinchada. Pero esta vez el sentido es otro. Cuando juega la selección, jugamos todos.

… Y si, el dinero no es todo, pero claro que ayuda...