La Copa América, el laboratorio de Perú para el Mundial 2014

Perú afrontará la Copa América de Argentina con la intención de quitarse los sinsabores de las últimas décadas y recuperar un protagonismo internacional que sea una antesala alentadora hacia las eliminatorias sudamericanas para el Mundial del 2014.

El torneo continental será el laboratorio de ensayo y la principal prueba que afrontarán los jugadores peruanos, sobre todo un grupo de jóvenes que aún milita en el torneo local y que se sumará a los experimentados que juegan en Europa.

En ese sentido, el uruguayo Sergio Markarián, el seleccionador de Perú, ha dejado en claro que irá a Argentina a probar equipo y esquemas y que su principal preocupación será afinar la maquinaria para alcanzar una clasificación mundialista después de 32 años.

"El objetivo es hacer una gran Copa América. Pero ese es un medio para lograr el gran objetivo: recuperar prestigio y consolidar al grupo de jugadores que necesitamos para la eliminatoria", señaló.

Para lograr eso, el uruguayo busca consolidar "un perfil profesional del jugador de selección que garantice seriedad, trabajo, defensa de la camiseta y dar todo por la selección".

"Ése es el compromiso que aspiramos que todos los jugadores tengan", remarcó.

Con ese objetivo, Markarián ha ordenado en los últimos meses varios partidos amistosos, pero sobre todo ha puesto en marcha los novedosos "micro-ciclos": convocatorias mensuales a jugadores destacados del torneo local con el objetivo de conocerlos e ir probando su respuesta en la alta competencia.

El trabajo del seleccionador ha tenido buena acogida desde el primer momento e incluso cuando se le contrató, en el 2010, generó un raro consenso entre aficionados, periodistas y dirigentes, ya que se le considera un profesional de primer nivel y, además, gran conocedor del fútbol peruano.

Markarián, de 66 años y conocido como el 'Mago', trabajó con éxito en Perú entre 1993 y 1997, cuando dirigió al popular Universitario de Deportes y al Sporting Cristal, equipo con el que alcanzó el subcampeonato de la Copa Libertadores de América.

Además de haber dirigido a equipos uruguayos, paraguayos, chilenos y griegos, ha ganado el título del campeonato preolímpico sudamericano Sub'23 de 1992 con Paraguay, a cuya selección mayor también clasificó al Mundial de Corea del Sur y Japón de 2002.

Ahora, a cargo de Perú, tendrá el reto mayor de consolidar a un grupo de jugadores que buscarán lavarle la cara al fútbol de un país que siempre recuerda con nostalgia a sus viejas estrellas y los títulos ahora ya lejanos.

Y es que, a diferencia de las últimas décadas, los peruanos ganaron su primera Copa América en 1939 y alcanzaron su segundo título en 1975, cuando contaron con una generación privilegiada de futbolistas entre lo que figuraban nombres famosos como Teófilo Cubillas o Hugo "Cholo" Sotil.

La posta en Argentina estará en las manos de otras figuras, como el veterano artillero Claudio Pizarro, que a sus 32 años afrontará su última Copa América, y otros conocidos jugadores como José Paolo Guerrero, del Hamburgo alemán, y Juan Vargas, del Fiorentina italiano.

No estará presente, sin embargo, el delantero Jefferson Farfán, el jugador peruano al que todos llaman "el distinto" por su gran juego, pero que tiene una gran deuda en el tema disciplinario.

Aunque los medios y muchos aficionados han hecho causa común para lograr su vuelta a la selección, Markarián ha decidido mantenerlo en la congeladora a la espera de que demuestre que ha madurado.

Y sin cerrarle las puertas para las eliminatorias mundialistas, el 'Mago' ha sido duro y claro con el jugador del Schalke 04: "Ni siendo campeón de la Champions hará que dé marcha atrás, pues tienen que pasar otras cosas".

En todo caso, Markarián también apuesta al despegue de jóvenes jugadores que han despertado el entusiasmo en su país, como André Carrillo, un hábil atacante que milita en el Alianza Lima, el centrocampista Christian Cueva, del Deportivo San Martín, y el también atacante Raúl Ruidíaz, del Universitario de Deportes.

Por todo ello, Perú buscará alcanzar el ansiado el equilibrio entre veteranos de mil batallas y jóvenes esperanzas, para salir del pozo de sinsabores que han deslucido a un fútbol que, ahora si, espera dar el gran salto en Argentina.

David Blanco Bonilla.