Todos somos Campagnoli
Cristina quiere destituir al fiscal José María Campagnoli.
Cristina quiere destituir al fiscal José María Campagnoli. Ella es la autora intelectual del intento de castigar a uno de los funcionarios judiciales con mas fama de honesto y corajudo. La autora material es la jefa de Campagnoli, la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó.
¿Cual es el motivo de semejante nivel de persecusión y hostigamiento hacia un fiscal que integró el grupo de ¨Los centauros¨, hombres incorruptibles que investigaron a fondo la megacorrupción de los años 90? ¿Como es posible que se quiera expulsar de su cargo a alguien tan útil y necesario para los ciudadanos? No sobran los jueces y fiscales que hacen bien su trabajo. Pero Campagnoli cometió un pecado imperdonable por Cristina. Se metió a fondo a investigar a Lázaro Báez y el lavado de dinero. Y esa actitud coherente y valiente hizo entrar en pánico a la presidenta y a sus allegados. Es que Lázaro Báez no solamente está en la mira por varios presuntos delitos de envergadura. También hay fuertes indicios de que era socio, cómplice y testaferro de Néstor Kirchner.
Y hay algo mas grave todavía. Lázaro, el que mas obras públicas hace con el estado es socio de Cristina en un condominio en el lugar en el mundo de la presidenta: El Calafate. Esto no es un rumor ni una sospecha. Son 87 mil metros cuadrados que en el 2006 Cristina compró a precio vil, por 1 peso con 19 centavos el metro cuadrado y que en el 2008 cedió en un 50% a Lazaro. Una chicana al paso: es difícil no hacerse millonario con esos disvalores éticos.
Solo una pregunta: ¿Puede ser el principal contratista del estado alguien que es socio comercial de la jefa máxima de ese estado? Lo cierto que que desde que Campagnoli empezó a levantar las tapas de las ollas de Báez aparecieron olores y pruebas nauseabundas sobre su comportamiento. Una de ellas es un lavado extraño y sospechoso que se hizo con 55 millones de euros mediante la utilización de bonos soberanos. El cristinismo no puede permitir que Campagnoli siga avanzando. Temen que llegue a Olivos o a Calafate. Es brutal que se castigue a alguien por hacer bien su trabajo.
En una justicia que sufre intentos de colonización por parte de agrupaciones oficialistas, que prometen ascensos, favores y dineros para que jueces y fiscales miren para otro lado y no busquen la verdad sobre la corrupción de estado, es escandaloso que se quiera extirpar de los tribunales a un fiscal ejemplar que no se alquila ni se vende. Por eso se abrió una lista en internet para expresar apoyo a Campagnoli, por eso se pronunciaron la Asociación Argentina de Fiscales y la de Magistrados y la agrupación Será Justicia y por eso ayer hubo una manifestación frente al despacho de Gils Carbó.
Participaron hombres ejemplares de la justicia como Julio Sttrassera o diputados honestos que quieren limpiar la mugre de las coimas y los negociados como Graciela Ocaña, Pino Solanas, Manuel Garrido, Adrián Perez y Laura Alonso, entre otros. Ciudadanos comunes levantaron carteles caseros con leyendas irónicas y contundentes. Una decía:¨Fiscal con pelotas¨, y otra, terrible hablaba del peso de los millones de dólares y el peso de la conciencia de la procuradora. Es gravisimo lo que está pasando con Campagnoli. Ya no solamente se premia a los malos. Ahora se persigue a los buenos.
Es un intento de intimidar a los jueces y fiscales mas jóvenes. Quieren hacer tronar el escarmiento. Para que nadie se atreva a meterse a fondo con los negociados del poder. Para que todos levanten la venda de sus ojos y si los ladrones son del gobierno, se sientan obligados a ser cómplices del saqueo a la República. Un solo Báez saquea mas que miles de marginales. La doctora Elisa Carrió denunció a Gils Carbó por encubrimiento y abuso de autoridad. Campagnoli dijo que ahora la situación es peor que durante el menemismo. Que los funcionarios K son mas cínicos, rápidos y torpes.
Hay que defender a Campagnoli. Es por el bien de la justicia independiente y una forma de apoyar a los que apuestan a gobiernos transparente y honrados. Hoy todos somos Campagnoli. Es en defensa propia.