En una comisaría de Hurlingham, Andrea Joga se presentó y acusó a su marido de haberla golpeado. La notica habría pasado inadvertida si no fuera porque la pareja de Joga es el bajista de Divididos, Diego Arnedo.

También Laura Elías denunció a su ex, José María Ottavis, diputado provincial y uno de los principales dirigentes de La Cámpora, y trascendió por las implicancias políticas del caso. Pero no podemos hacer como los vecinos o familiares que saben y se hacen los distraídos. Debemos abordar este asunto, aunque duela, y haya que hablar de una mujer picaneada o de los golpes que recibió Natalia en Bahía Blanca.

Son todas historias de fracaso: la justicia llega demasiado tarde, por no hablar de Wanda Taddei. Es el círculo que hay que romper: escuchar a las mujeres antes de que sea tarde.

Tenemos una ley que protege a las mujeres, en teoría, porque la presidenta Cristina Fernández de Kirchner no le asigna presupuesto al organismo que debe implementar las políticas. Cuesta entender que una presidenta mujer no tome la lucha contra la violencia de género como un asunto prioritario, urgente.