Rosario Central venció de visitante a Quilmes por 1 a 0, con gol de Gonzalo Castillejos, de penal, y alimenta sus ambiciones de pelear por el ascenso a Primera División. El equipo dirigido por Pizzi quedó tercero, a seis puntos de Instituto.

El delantero Gonzalo Castillejos anotó a los 31 minutos del primer tiempo y se transformó como máximo anotador de la temporada con 19 goles.

Con el triunfo, segundo consecutivo, Central sumó 53 puntos y se ubicó tercero a dos de River Plate, escolta del líder Instituto de Córdoba (59) y ocupante de la última plaza de ascenso directo.

Quilmes, por su parte, permanece con 52 unidades en zona de promoción pero retrocedió al cuarto lugar y perdió un invicto de 14 partidos.

Un primer cuarto de hora del partido hizo suponer un desarrollo diferente a partir del dominio territorial que estableció el conjunto de Omar De Felippe.

Pero pasado ese lapso, las invidividualides locales, en especial el conductor Miguel Caneo, mostraron imprecisiones que atentaron contra la elaboración de juego.

Paralelamente, Central se acomodó mejor en la cancha, fue más resolutivo en los metros finales del campo de juego y registró las mejores ocasiones, siempre en un contexto de juego parejo.

El defensor Matías Lequi, baluarte rosarino en la noche quilmeña, contó con la primera ocasiones de gol a los 20 minutos pero la perdió en la boca del arco de Emanuel Trípodi.

Un rato más tarde, llegó la ventaja con el penal que Castillejos (remate bajo y esquinado al palo derecho), tras una falta del uruguayo Sebastián Martínez sobre Antonio Medina.

En ese pasaje, la visita jugaba con muy concentrado en defensa, con soltura en ataque, parado sobre campo rival y sin intención de retroceder para cuidar la ventaja.

Sin embargo, en el segundo tiempo, sí lo hizo y le permitió a Quilmes asumir el control de la pelota, aunque no pasó sobresaltos pero el bajo rendimiento del equipo local.

Entonces, Central esperó bien cerrado en el fondo y condujo a Quilmes, en ausencia de ideas claras, a la repetición de pelotazos frontales que facilitaron la tarea de los zagueros.

Con ese recurso ofensivo, a los delanteros Martín Cauteruccio y Pablo Vázquez se les hizo muy complicado tener posibilidades para el desequilibrio.

La única chance clara para el empate ocurrió a los 25 minutos con un doble cabezazo de Facundo Díz y Leandro Díaz, que rozó el travesaño y se perdió detrás del arco.

No hubo más ocasiones para ilusionarse con mantener el invicto, que Central le cortó en una seria demostración que su candidatura al ascenso.