F1: Leclerc logró el subcampeonato con una corajeada; Verstappen ganó la última carrera
El monegasco entró sólo una vez y le birló el segundo puesto a Checo Pérez. Max es el primer piloto con 15 victorias en un año. Vettel cosechó en su retiro todo el cariño que sembró. Ham y Alonso abandonaron por averías.
El título debería ser que Max Verstappen ganó el GP de Abu Dhabi de F1, obtuvo la décimo quinta de 2022 y se convirtió en el piloto con más victorias en un año. Pero la emoción de la última carrera de la temporada estuvo en la definición del subcampeonato. El acto de egoísmo insensato de Max Verstappen en Brasil le quitó a Checo Pérez la segunda posición provisional a falta de una fecha; quedaron empatados en 290 puntos con Charles Leclerc. Así, el que quedase adelante en la última fecha sería el subcampeón.
Era importante para ambos (su primer subcampeonato), de manera distinta. Para Red Bull implicaba rubricar con orgullo una superioridad inapelable en 2022 que estuvo más recostada en una excelente gestión (de equipo y pilotos) que en una superioridad abismal. Para Ferrari y Leclerc era una manera de restañar heridas (y garantizar el subcampeonato de Constructores, o sea muchos millones de euros), tras un año que fue mejor de lo esperado a nivel resultados y más frustrante que ninguno en muchos años por la ilusión (en todos los sentidos) de superioridad que entregaba el auto en la pretemporada y a principios del año.
En ese contexto, volvió a vivirse una carrera como muchas de este año: ante la gran paridad y con este tipo de autos, que son muy pesados y no tienen un gran agarre en las curas más lentas, se dan trámites de gran incertidumbre estratégica, con una gran X en el rendimiento de los neumáticos a lo largo de la mayor parte del año y una gran incertidumbre estratégica (y gravitación de los aspectos estratégicos) que recuerda a la última era de los repostajes (1994-2009).
Así, este fin de semana Ferrari, que con más calor penó muchísimo y estaba resignada a un 5-6 este domingo (habida cuenta de lo bien que cuida los neumáticos Mercedes y cómo destruye los delanteros Ferrari en esta última parte del año en un circuito como Yas Marina), encontró que, con las temperaturas mucho más bajas del anochecer de Abu Dhabi, las gomas 'aguantaban' más, y, tras un comienzo arrollador de los Mercedes acosando y atacando a las Ferrari desde la tercera fila de largada, empezó a seguirles el ritmo a los Red Bull adelante.
Max, como todas estas carreras (salvo cuando le salta la térmica, como en Brasil), gestionó su superioridad para ganar sin despeinarse, comprimiendo, acaso con malicia, a Pérez contra un Leclerc que, tras un comienzo gris, advirtió que el subcampeonato no estaba perdido.
En cuanto a los Mercedes, no fue su domingo. Además de un ritmo competitivo, pero levemente inferior al de las Ferrari, un Hamilton muy fogoso dañó el piso de su auto en un intento tramposo de salirse de pista y mantener la posición cuando ya Sainz Jr lo atacaba para recuperar la cuarta posición inicial, todo en la primera vuelta; a partir de allí, el británico experimentó problemas de potencia, hasta que finalmente le crepó la caja de cambios (quedó trabada en séptima) y debió retirarse. Russell, que tenía el auto sano, tuvo una parada muy mala con unsafe release incluido en la Vuelta 16, y recibió cinco segundos de sanción que le arruinaron la carrera (y para colmo la segunda parada, en la que cumplió la sanción, sumó otros 3,8 por el cambio de neumáticos propiamente dicho).
Para Alonso fue un final de año tan desangelado como su último paso por Alpine: peleó como siempre, y el último motor también lo dejó a pie (fue el primer abandonado de la competencia, en la Vuelta 28); dos en dos carreras.
Así las cosas, Pérez hizo su segunda parada en la Vuelta 34. Y los ingenieros de Ferrari, viendo el bajo nivel de desgaste mostrado por los neumáticos el domingo respecto de lo visto en las sesiones con Sol, le preguntaron a Leclerc si podía intentar el 'Plan C' con el ritmo que llevaba; el monegasco no se arredró y contestó positivamente.
Así que el mexicano estaba obligado a aprovechar las doce vueltas menos de sus neumáticos Duros respecto de los del adalid ferrarista. Y la incertidumbre siguió durante las últimas 20 vueltas; por momentos parecía que la remontada era imposible, vueltas después empezó a parecer posible, cuando Checo dejó todo cinco o seis vueltas, hasta que el caucho del Red Bull empezó su declive y el recorte del perseguidor al perseguido bajó de nueve décimas o un segundo a seis o siete décimas.
Los dos estaban jugados. Pérez hizo la lógica: tenía mejor auto, neumáticos más nuevos, más velocidad punta, menor desgaste de gomas. Leclerc se tenía que jugar todo a una carta, y la jugó con pasión y maestría; como decía Goethe, en la limitación aparece el maestro. Y, con los neumáticos en flecos, el monegasco alcanzó a cruzar la meta a más de un segundo del tapatío, y consagrarse por primera vez subcampeón del mundo.
Para el año que viene queda la expectativa de una convergencia tecnológica y de rendimientos que se note, con al menos tres autos capaces de pelear por las primeras posiciones y el pelotón más cerca. Habrá muchísimos cambios de pilotos y cuatro retiros (Vettel, ovacionado todo el fin de semana; Ricciardo; Latifi y Mick Schumacher), y, no es poca cosa para esta época, dos debutantes: Oscar Piastri, el gran talento australiano, que viene de un año en el freezer tras campeonar de manera brillante en la F2, entrará por el 'aussie'; Logan Sargeant, que logró hoy la Superlicencia en la F2, heredará la butaca de Williams, con lo que la F1 ya tiene un piloto estadounidense, por primera vez desde el efímero paso de Alexander Rossi.
Además, Alonso se irá a Aston Martin por Seb; lo reemplazará Gasly en Alpine; a éste lo sucederá de Vries en Alpha Tauri (qué mal año de la escudería B de Red Bull); y Hülkenberg, no precisamente un debutante, ocupará en 2023 la butaca de Mick Schumacher.