Max Verstappen ganó el Gran Premio de Brasil 2024 largando desde la décimo séptima posición. Es una de las mejores remontadas de la historia de la F1 y una de las mejores carreras del neerlandés (una más en Brasil y van...). Max sentenció moralmente el campeonato en un día en el que él tenía todo para perder y su rival en la lucha por el título largaba desde la Pole.

En la mala, Verstappen sigue mostrando que es el mejor del mundo, independientemente del resultado final. Por el contrario, Norris desperdició la última chance y, ayudado por una oportuna bandera roja, fue el gran perdedor de una carrera que tenía que ganar sí o sí.

Max pasa a Ocon. Rivales acérrimos desde el karting, con empujones e insultos incluidos más de una vez. Los dos la rompieron.
Max pasa a Ocon. Rivales acérrimos desde el karting, con empujones e insultos incluidos más de una vez. Los dos la rompieron.

Loor y gloria a Esteban Ocon y Pierre Gasly, que en la lluvia y el caos de Interlagos mostraron su inmenso talento, lastrado por uno de los peores autos de la parrilla. También ligaron para ganar, igual que Max, con las banderas, pero se manejaron todo en las condiciones más difíciles e inciertas.

En esta semana te decíamos en Continental Web: si llueve el domingo, será una gran oportunidad para los valientes, precisos y afortunados. Con valentía y precisión sola no alcanza: Russell hizo todo para ganar y ni siquiera pudo subir al podio.

Su compañero de equipo sufrió con una puesta a punto que fue una apuesta malhadada en el incierto clima paulista (ahí también juega la suerte). Hamilton echó pestes por la radio y a gatas rascó un punto, detrás de los dos RB y acosado por un Checo Pérez que, a nivel suerte, también está orinado por una manada de dinosaurios.

Para Williams fue un fin de semana catastrófico: tras el choque de la Qualy mañanera, Albon ni siquiera pudo largar. Colapinto sobrevivió hasta la Vuelta 32, cuando el espumoso asfalto de Interlagos (recién renovado) lo traicionó como a tantos durante el fin de semana, con consecuencias fatales para su carrera. Dos abandonos y el peor weekend del equipo británico en la segunda parte del año.

¿Las Ferrari? Sainz Jr fue otro de los que chocaron hoy (Stroll dio la nota, como casi siempre a este respecto, chocando en la vuelta previa y quitándole dos vueltas extra a la carrera). Leclerc tuvo un domingo gris y pudo aguantar la quinta posición por encima de los desangelados McLaren. 

La próxima fecha de la F1 será la última en América este año: el estreno del GP de las Vegas, en el Strip Circuit montado en la ciudad del pecado. Luego sólo quedarán Catar y Abu Dhabi. Pero el campeonato está moralmente sentenciado. Max ha resultado hasta ahora indestructible, y Norris, en su primer año con perspectiva de ser campeón, se ha mostrado muy frágil para esa exigencia: debe sembrar para el futuro, pero también McLaren, que ha gestionado su superioridad durante más de la mitad del campeonato de una manera endeble: ¿se imaginan esta gestión deportiva en Ferrari? No quedaría ni el loro. 

Por eso, para McLaren y Norris, este es un año para aprender, seguir sembrando y salir más fuertes. En 2025, con un reglamento virtualmente congelado, volverán a ser referencia, y, como decía un gran entrenador del fútbol argentino, si querés pelear el campeonato no tenés derecho equivocarte. Max lo sabe y nunca le tiembla el pulso, incluso cuando se excede; por eso hoy ganó a lo Senna, como ningún otro piloto de la parrilla podría hacerlo hoy por hoy, en una de las victorias más espectaculares de su carrera y de la historia de la F1.