Sebastian Vettel, con Red Bull Racing, logró su tercera pole position consecutiva sobre tres clasificaciones disputadas en la temporada 2011 de la Fórmula 1. El joven campeón germano hizo pesar una superioridad en clasificación tan abrumadora como la que disfrutó en Melbourne, y marcó el mejor tiempo de la historia del faraónico circuito de Shanghái: un minuto treinta y tres segundos setecientas seis milésimas, más de siete décimas por encima del segundo.  

No obstante, en las dos primeras carreras del año, el equipo austríaco ha evidenciado graves problemas con su KERS (el peor de la parrilla), lo que los coloca, en rigor, en un pie de igualdad con McLaren (el único team que logra acercársele en las qualys) y con Ferrari (cuya fortaleza tradicional a nivel fiabilidad le permite apretar el paso, todo lo contrario de Red Bull). En Malasia, el ritmo de carrera de Vettel fue similar al de Alonso, Button y Hamilton (1'41''3d a 1'41''4d). En esta nueva F1 de los neumáticos Pirelli, la posición de salida no resulta tan determinante, aunque lo ha sido suficientemente como para garantizarle dos victorias menos cómodas de lo obvio a primera vista al campeón más joven de la historia.

La parrilla de salida se completa en las primeras filas con Jenson Button, Lewis Hamilton, un sorprendente Nico Rosberg con Mercedes, Fernando Alonso, Felipe Massa y una serie de convidados de piedra que dejó el problema mecánico de Vitaly Petrov en la Q2: Jaime Alguersuari mejoró en cuatro puestos su mejor posición de salida y partirá séptimo, seguido por el Force India de Paul Di Resta, el otro Toro Rosso de Sébastien Buemi y Vitaly Petrov, que no pudo salir a buscar tiempos en la Q3.