En el partido entre River y Belgrano jugado en el Monumental el domingo último hubo catorce mil personas más, según comprobó el fiscal Gustavo Galante durante la inspección de la sede millonaria.

En cambio, no confirmó la versión de que tienen identificados a ocho barrabravas que entraron en el vestuario para amenazar al árbitro Sergio Pezzotta en el entretiempo. Si se comprobara una conexión entre la acción de los barras y dirigentes de River que los hayan dejado ingresar al vestuario del juez, River sería castigado con una quita de hasta 18 o 20 puntos, similar a la que sufrió Nueva Chicago por idéntica falta.

En otro orden, por los incidentes en la cancha de River y en el barrio circundante, los organismos de seguridad solicitaron que Rivero sufra la suspensión de su estadio durante veinte fechas en la primera B Nacional. En tanto, esta madrugada atentaron con una bomba molotov contra la casa de Daniel Mancusi, vocal de la comisión directiva de River, cita en Villa Urquiza. El hecho no provocó daños importantes, ni heridos.

En este marco, el presidente de la institución, Daniel Passarella, le echó toda la culpa del descenso a su antecesor, el controvertido José María Aguilar, y denunció que quieren “derrocarlo como en un golpe militar”. En una entrevista exclusiva con la señal de TV por cable ESPN, se mostró además convencido de que “la AFA quiso que River se fuera al descenso” y que el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Julio Grondona, “influyó” en el resultado final.