San Lorenzo logró un solvente triunfo por 2 a 0 sobre los pibes de Boca
El Ciclón jugó un partido correcto e impuso la experiencia. Peruzzi y Ortigoza convirtieron los goles.
San Lorenzo cumplió. Su plantel y fundamentalmente la particular situación del rival, que tuvo que poner nuevamente a la Reserva con los refuerzos de Frank Fabra y Edwin Cardona, lo obligaban a llevarse un triunfo de La Bombonera y así lo hizo. Se impuso por 2 a 0 contra Boca en condición de visitante y, en un torneo que recién comienza, quedó en la punta. Gino Peruzzi y Néstor Ortigoza convirtieron los tantos.
Al Ciclón le costó varios minutos entrar en juego. Durante los primeros instantes pareció pararse como si tuviese en frente a los titulares del Xeneize. Tardó en tomar la pelota y hasta retrasó los ataques con excesivo respeto por el rival. Con el correr de los minutos, y sin brillar ni un poco, se adueñó de la tenencia e incomodó un poco al rival. A los 13 tuvo una muy clara a partir de remate de Nicolás "Uvita" Fernández que pegó en el palo.
Los pibes del local fueron de mayor a menor. Comenzaron con un ritmo y una intensidad muy interesante pero se fueron diluyendo. Cardona, uno de los dos experimentados que tuvo el equipo, no pudo aportarle profundidad con los pases. De todos modos, el colombiano tuvo una buena chance de tiro libre, pero el remate pegó en la parte externa de la red.
El juego se quebró a los 30 minutos, a partir de una muy buena acción individual de Ángel Romero. La jugada se había iniciado con un corte en la mitad de la cancha de Yeison Gordillo, que cometió una infracción que no fue advertida. El paraguayo capturó en el área una pelota muerta tras un centro desviado, se abrió, se hizo el espacio con una pisada y sacó un centro bárbaro para Peruzzi que entró por el segundo palo y marcó de cabeza.
En la segunda parte, el equipo que dirige Paolo Montero pegó rápido. Una buena pelota en profundidad encontró a Julián Palacios que picó al vacío, se metió en el área y trató de eludir al arquero Agustín Lastra. El juvenil fue al piso para intentar detenerlo y con la rodilla lo tocó a la altura del tobillo. El infalible Ortigoza, que sumó una nueva actuación destacada concreto de penal.
Tras el tanto los juveniles locales manejaron la pelota, pero tuvieron dificultades para romper y pasar de una buena y fluida tenencia a un ataque peligroso. Lo mejor del Xeneize llegó cuando Valentín Barco, que entró en el segundo tiempo por Frank Fabra, se lanzó al ataque al mismo tiempo que el otro lateral, Eros Mancuso. A partir de un cabezazo de este último llegó la más clara. La acción tenía potencial pero el testazo fue imperfecto, picó muy rápido contra el iso y se fue.
Los pibes que se hicieron cargo de un momento difícil estuvieron más que a la altura en los dos partidos. Hay muy buenos valores con enorme futuro, que deben continuar con el proceso formativo que dan las categorías juveniles, incluso la Reserva. Apurar a cualquiera de ellos es exponerlo a un contexto que puede jugarles en contra. De todos modos dejaron una buena imagen, tanto individualmente como a nivel de equipo.
San Lorenzo cumplió con lo que debía. Se impuso con más oficio y manejo de la situación que buen juego. Pero sorteó con éxito una circunstancia que lo obligaba a hacer un buen papel. El equipo de Montero sumó su segundo triunfo en tres partidos disputados.