Cuatro de cada diez asalariados viven en un hogar pobre, mientras que la cifra asciende al 63% entre los informales, según el informe del Empleo Asalariado Informal y la Pobreza Laboral de la UBA. Entre los formales, un 27% se encuentra en esta condición. 

Al comparar el salario mensual y el valor de la canasta básica, el 59% de los informales ganan menos que esta canasta, mientras que sólo el 8% de los formales lo hacen. 

Aunque el salario mínimo promedio para el segundo trimestre fue $190.000, la canasta de pobreza promedio fue de $238.000. En 2017, esos valores eran $6.700 y $3.575, lo que evidencia una devastadora pérdida de poder adquisitivo. 

El estudio señala un regreso a tasas de informalidad similares al tercer trimestre de 2008. Desde 2008 hasta antes de la pandemia en 2020, la informalidad osciló entre 32% y 35,7%, situándose en el tercer trimestre de 2024 por encima de esos niveles. 

Los jóvenes enfrentan la mayor informalidad, alcanzando casi el 64% en el segundo trimestre de 2024, superando la tasa global en 28 puntos porcentuales. En cambio, los trabajadores de 45 a 64 años, y hasta 60 años para mujeres, tienen la menor tasa de informalidad, con 27,5%.