Impulsan la construcción de 13.000 kilómetros de autopistas inteligentes y la reconstrucción de los ferrocarriles
La Hora del Campo / “En fletes, el costo se reducirá un 20%. Si circularan los bitrenes de Brasil, se reducirían un 17% más los costos. El productor podría ahorrar 500 millones de dólares anuales y un 30% de tiempo”, alegó Osvaldo Ottaviano, de la fundación Metas Siglo XXI.
Impulsan un proyecto para construir trece mil kilómetros de autopistas inteligentes.
La fundación Metas Siglo XXI busca la adhesión de la ciudadanía para que la iniciativa sea tratada en el Congreso.
Por Continental, Osvaldo Ottaviano explicó que “será sustentada con un impuesto a los combustibles”.
Además, propuso también “reconstruir el sistema ferroviario”.
“Este año va a ser el motivo principal de la cadena agroindustrial. Este proyecto está propuesto como demanda del foro. Tiene estado parlamentario. Estamos impulsándolo públicamente para generar adhesión ciudadana”, señaló en La Hora del Campo.
“Es un proyecto de gran escala que el país tiene que encarar; tenemos los recursos para hacerlo. La idea es reformar toda la infraestructura con trece mil kilómetros de autopistas inteligentes y la reactivación de los ferrocarriles. Esto consiste en transformar toda la red troncal de rutas del país con dos calzadas, similar a la 9 hasta Rosario. Eliminando todos los cruces frontales y las curvas peligrosas. También la calzada resbaladiza y las banquinas. Eliminamos físicamente los riesgos de accidente”, reseñó.
“En fletes, ya tenemos calculado que el costo se reducirá un 20 por ciento por el solo hecho de la autopista. Si circularan los bitrenes que andan en Brasil, se reducirían un 17 por ciento más los costos. Para el productor de granos se podrían producir un ahorro de quinientos millones de dólares anuales y un 30 por ciento menos de tiempo o demora. Se puede circular por todo el país sin pasar por Buenos Aires”, se entusiasmó.
“Hay dos etapas. La financiación del corto plazo está a cargo del concesionario adjudicatario, porque son tramos cortos de cien kilómetros. Primero la obra y después el pago. Se haría por peaje indirecto, que es una tasa al combustible que recién se aplicaría una vez terminada la obra. Desaparecería el peaje directo”, concluyó Ottaviano.