El Gobierno disolvió la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario.

Todas las facultades de la ONCCA pasaron a un “ente interdisciplinario” que manejará los subsidios y será controlado por el Ministerio de Agricultura (hasta ahora, estaba bajo la férula de la AFIP).

Por Continental, el presidente de Confederaciones Rurales tuvo que admitir que “es una medida que sorprende” y que “le otorga más poder al ministro (Julián) Domínguez”.

Mario Llambías reclamó, no obstante, “que continúe la investigación de las denuncias de irregularidades” que pesan sobre el organismo sobre la adjudicación de feed lots a empresas fantasmas presuntamente vinculadas con funcionarios, entre ellos la esposa de Ricardo Echegaray, actual jefe de la Administración Federal de Ingresos Públicos y anterior director de la ONCCA.

“Cómo lo ve la Mesa de Enlace, no lo sé. Es una medida que sorprende. La ONCCA había sido creada para el control comercial agropecuario”, recordó en Magdalena Tempranísimo.

Asimismo, analizó que “acá se le está dando más poder al ministro para manejar todo. No hay que dejar pasar los cuestionamientos y denuncias que tenía la ONCCA sobre ilícitos”, remarcó, aunque matizó que “no conozco denuncias contra Campillo; sí contra el anterior director, Ricardo Echegaray”.

En síntesis, consideró, “es un organismo que deja un muy mal recuerdo”.

Finalmente, dedicó otro dardo para su gran enemigo en la Mesa de Enlace, Eduardo Buzzi, representante de los intereses de los pequeños y medianos agricultores.

“La diferencia que tenemos con Buzzi es que él entiende que Domínguez está por fuera del Gobierno y pone voluntad de mejorar la cosa. Para nosotros, forma parte del Gobierno”, dictaminó Llambías.