“El reportero” un partido ganado de ante mano
El multiteatro tiene varias salas pero El reportero es una obra tan bien cuidada, que hasta se seleccionó la sala adecuada para llevarla a cabo. Porque la platea está inclinada cual tribuna de televisión. Porque la historia hace que los espectadores estén participando dentro de un set. Aplauden cuando se prende el cartel de aire, están los monitores. No falta nada.
Por Laura Caragliano
El multiteatro tiene varias salas pero “El reportero” es una obra tan bien cuidada, que hasta se seleccionó la sala adecuada para llevarla a cabo.
Porque la platea está inclinada cual tribuna de televisión. Porque la historia hace que los espectadores estén participando dentro de un set. Aplauden cuando se prende el cartel de aire, están los monitores. No falta nada.
Fabián Vena es “El Ruso Levy”, un conductor de TV, vanidoso, bizarro, gritón, malhumorado con aires de estrella. Su baile con las bailarinas del programa al iniciarse el programa es sumamente ocurrente.
Eduardo Blanco interpreta a Horacio Carreras, empresario exitoso, dueño de una empresa minera, fue intendente y ahora quiere volver a la política. Curiosamente también es el dueño del canal.
Las cartas están echadas, El ancho de espada, es Fabián Vena y el de basto, Eduardo Blanco.
Imposible ganar el truco con estas dos figuras y me animo a un quiero re truco con el guión impecable del “Chino Volpato” y Diego Arandojo.
Me quedo corta con un Envido y canto Flor para un fragmento de la historia en la que el conductor “El Ruso Levy” a través del humor al estilo “Tato” Bores nos deja una buena lección sobre los accidentes de tránsito.
Hay una trama muy ágil y entretenida y el mensaje es muy claro: ¿qué papel juegan los medios hoy? ¿Cómo influye el poder de la política en las noticias? ¿Cuántas formas hay de hacer periodismo? Y muchas más.
Muy pertinente para crear una conciencia activa, en estos tiempos que estamos viviendo, sobre la fragilidad de un televidente ante los monstros de los medios y el poder.