El actor de la comedia musical “Legalmente Rubia” protagonizada por Laurita Fernández (Elle Woods), se destaca en rol del profesor Callahan de la prestigiosa Facultad de Derecho de Harvard. Un personaje que aparenta ser serio y exigente pero luego

Basada en el best seller de Amanda Brown y en la película de Metro-Goldwyn-Mayer con dirección de Ariel del Mastro y Marcelo Caballero.

Mario, es de esos actores con larga trayectoria que incluye villanos memorables en varias ficciones televisivas, teatro y cine.

Recuperado de una intervención quirúrgica que lo obligó a dejar la obra a principios de junio afirma que “estoy muy bien, hace un mes y medio que salí del Sanatorio y me reincorporé inmediatamente a la obra, estoy en marcha y disfrutando de cada función”

"Vivo el presente con menos ansiedad de querer ser algo que no está en mí"

¿Quién te convocó para formar parte del elenco de “Legalmente Rubia?

Hubo una convocatoria, primero me enviaron la idea del personaje y algunas escenas que tenía que cubrir. Entiendo que mucho deben haber hecho los Rottemberg, con Carlos me une una relación de muchísimos años pero también con su hijo Tomás, con quien estuve trabajando el año pasado, así que esto es una conjunción.

Hablemos de “Callahan”, tu personaje en el musical

Es un personaje que me encanta hacer, es el que pone palos en la rueda y el que crea el conflicto para Elle Woods, el personaje que interpreta Laurita Fernández.  Callahan, es un personaje que se destaca dentro de la trama de la obra, es otro color, otra presencia y otra esencia. Me encanta hacerlo tiene como mucho impacto y me siento muy agradecido.

¿Qué te dice el público a la salida del teatro?

La reacción del público es bastante particular porque le han hablado bien de la obra, pero después de haberla visto, reconocen que superó ampliamente las expectativas. Esos son los comentarios que recibo en líneas generales sumado al reconocimiento de tantos años de ser cómplices por mis actuaciones en tantas tiras de ficción a lo largo de los años o aquellos que han seguido mi trayectoria teatral. ¡La gente te agradece y eso me reconforta!

"Vivo el presente con menos ansiedad de querer ser algo que no está en mí"

¿Cómo fue la incorporación de Virginia Demo ex participante de “Gran Hermano” en el rol de Polette, personaje que desde un principio interpretó Costa?

Muy bien porque somos un grupo muy consolidado, así que la incorporación de Virginia fue muy fluida porque además ella es muy agradable. Está haciendo su experiencia y entendiendo que esto forma parte de una de una realidad que nos acompaña, tanto por la repercusión que tuvo en Gran Hermano como en la necesidad de atraer los favores del público. Eso es lo que está sucediendo y el espectáculo se está afianzando muy bien.

Alguna vez te escuché decir que sos un tímido crónico ¿En qué situaciones es más frecuente?

Ya al ponerle la palabra crónico da una gravedad importante, pero sí, básicamente me registro como un tipo tímido. No soy un arrollador y eso me ha acompañado como esencia vital desde que me acuerdo, desde mis comienzos. No sé si para mí la solución fue abordar el teatro, enfrentarme y poder compartir con tantas personas al mismo tiempo, pero básicamente si me reconozco como tal.

"Vivo el presente con menos ansiedad de querer ser algo que no está en mí"

¿Tenés algún hobby o alguna actividad que te permita desconectar?

No sé si llamarle hobby, simplemente me atrae mucho ocuparme de las plantas que tengo en mi casa. Me seduce poder sentirlas como creciendo sanas y les dedico un tiempo particular.

¿Sos hincha de Racing? ¿Qué otros deportes te interesan?

Soy simpatizante de Racing porque cuando compartí elenco con Alberto Martín me tuve que hacer un hincha fanático de Racing porque él lo es.  Ahí volví a ir a la cancha, cosa que casi no hacía desde mi adolescencia ¡Soy un melancólico de Racing! Con respecto a otros deportes, me gusta y me atrae mirar tenis y si hay argentinos compitiendo mejor.

¿Qué otros trabajos hiciste antes de dedicarte de lleno a la actuación?

Allá lejos y hace tiempo, tareas administrativas, trabajé con un taxi que me había comprado, recién estaba empezando a trabajar como actor así que fue muy corto el período que tuve el taxi. Por suerte enseguida me empezaron a responder de los programas para para convocarme siendo yo muy, muy joven y largué mi rol de “tachero”.

"Vivo el presente con menos ansiedad de querer ser algo que no está en mí"

¿En qué momento de tu vida te encontrás?

¡Es un momento de mi vida en el que estoy muy tranquilo! No sé si uno con la edad se vuelve más sabio pero creo que nos volvemos más tolerantes con lo de uno. Uno empieza a reconocer lo que es la esencia y se acomoda en ella y eso es lo que me está pasando. En síntesis, me siento muy bien, con menos ansiedad de querer ser algo que  no está en mí ¡Estoy llegando a mi esencia!

Los tiempos en pareja van cambiando con los años  ¿Cómo vivís el amor con Ana Bilsky, astróloga?

¡Muy bien! Es genial el momento de pareja que estoy viviendo desde hace varios años, encontrando quizás… ¡Lo esencial de esta relación es la comodidad de estar el uno con el otro, eso distiende y enfoca las energías donde deben estar y siento que es un periodo de felicidad” expresa el actor quien fue paciente de su actual mujer y un día “nos miramos de otra manera y hubo una nueva conexión. Fue muy mágico, verdaderamente aunque no fue fácil pasar de paciente a pareja pero bien valió la pena”

¿Qué valor le das al tiempo?

El tiempo es tirano, el correr del tiempo, al mal tiempo buena cara, el tiempo se nos escurre entre los dedos, la verdad que según como es nuestro andar es el tiempo, de qué manera lo atravesamos…En este momento prefiero sentirlo como un paseo por el paisaje. Prefiero tener esa sensación de poder estar observando el camino y hacia dónde voy.

¿Con quién te sentarías en la mesa de un bar para conversar sin tiempo?

Si me das a elegir, se me ocurren dos personas: uno sería José de San Martín y me encantaría que me cuente cómo ve las cosas. El otro sería Hugo Arana, que fue una persona entrañable que no se pudo reemplazar, porque lo extraño a él y a sus opiniones y además, me gustaría que le pudiera sacar el jugo  a San Martín también ¡Serían sólo ellos dos para no aturdir!