Pudo haber nacido en Sevilla, en Málaga o en la mismísima Madrid, pero no. Lo hizo en Avellaneda, a pasitos de la ciudad de Buenos Aires, el 26 de marzo de 1930.

En el país había un presidente radical, llamado Hipólito Yrigoyen, al que le quedaban menos de seis meses en el poder. Llegaría en septiembre el golpe de estado y el inicio de “la década infame”.

La hija del telegrafista del ferrocarril, Pedro Torres, y Angélica Iriarte fue bautizada como Beatriz Mariana Torres, pero ya desde pequeña en su casa la llamaron Lolita.

Fue una niña prodigio del espectáculo.

A los 5 años ya se había subido al escenario del Teatro Avenida con un musical español.
Ese sería el primer camino que tomaría su carrera que aún no había comenzado: la música española.

A los 8 estudió canto. Su voz era y fue durante 50 años una verdadera maravilla de afinación, dulzura y potencia.

En 1940 ganó un concurso en Radio Splendid y dejó impresionados a todos, incluido un famoso actor español llamado Manolo Reales, que hizo buena parte de su carrera en nuestro país. Y se empezó a hablar de ella.

Dos años después intervino en el espectáculo teatral “Maravillas de España”. Y con un permiso de un Juzgado de Menores, comenzó a actuar. 

Su vida sufrió una rápida transformación: debió abandonar la escuela y terminó sus estudios con maestras particulares.

Editó su primer disco simple, que contenía los temas “Te lo juro yo” y “El Gitano Jesús”.

Su primera película la realizada en 1944. Se llamó “La danza de la fortuna”, protagonizada por Luis Sandrini y Olinda Bozán.

Lolita Torres, la niña eterna

Allí, después de un breve diálogo de los actores principales llena el escenario cantando como sólo ella podía hacerlo.

Tenía en ese momento 14 años. 

Un año después, murió su madre. Y pocos meses más tarde firmó un contrato para trabajar con el gran Pepe Biondi.

El primer protagónico en el cine llegaría en el 48. La película se llamó “Ritmo, sal y pimienta” y se estrenaría recién en el 51.

Fue la primera película de una productora llamada General Belgrano, que pertenecía a los jóvenes Nicolás y Enrique Carreras.

Lolita actuó en esa película con Ricardo Passano, que fue el único galán que la besó en los labios. El padre de Lolita no quería saber nada con esas escenas, pero se rindió ante aquel primer protagónico. En el elenco estaban grandes actores cómicos como Alfredo Barbieri, Marcos Zucker y Gogó Andreu.

A finales de la década del 40, Lolita Torres ya era una figura destacada del espectáculo argentino. Y no tenía aún 20 años.

Siguió cantando en diferentes lugares de la noche porteña y actuando en cine. 
Los hermanos Mentasti la contrataton como actriz exclusiva. Filmó “La mejor del colegio” en 1953 y “La edad del amor” un año después. Los siguientes años la encontraron en películas más dedicadas a los jóvenes y adolescentes.

Hizo giras por casi todo el mundo, pero un lugar en el que se convirtió en una figura muy destacada fue en la Unión Soviética.

Allí llegó en 1961 para participar del Festival de cine de Moscú. A la película “La edad del amor” la habían visto un millón de personas.

Alguien describió. “Era notable la pasión que despertaba Lolita Torres, una argentina agallegada que había atravesado el corazón virginal de todas las rusas”.

LOLITA CANTANTE
Como señalamos, el principal repertorio de Lolita fueron los temas españoles. Tuvo muchos y grandes éxitos en ese camino.

Más adelante fue incorporando nuevos géneros. Cantó obras de Silvio Rodríguez, de Eladia Blázquez, de Víctor Heredia, de Ariel Ramírez y hasta de Charly García.
En el tema “Filosofía barata y zapatos de goma” aparecido en 1990, Lolita hace unos coros sobre el final.

A partir de los años setenta, Lolita se le animó a algunos tangos. Y le sobró paño. Hay una versión deliciosa de “El día que me quieras”, el éxito de Carlos Gardel, para muchos una de las más maravillosas canciones de amor de la historia.

En el 93, por Canal 9, se emitió el programa “Dale Loly” y allí cantó Gricel a dúo con Raúl Lavié.
Y hablando de la pantalla chica, Lolita hizo muchos programas. El mencionado Dale Loly, fue de los últimos. Allí actuaba con cuatro de sus hijos. Sólo duró un mes y medio porque ella tuvo problemas de salud, primero con una operación de cataratas y luego con una angina de pecho.
También interpretó a una monja en “La hermana San Suplicio”, participó en “Señorita Medianoche” y “Como dos gotas de agua”.

Dale Loli
Dale Loli

Sus últimas películas no tuvieron la repercusión esperada.
Ella se sintió muy a gusto en “Cuarenta años de novios”, de Enrique Carreras, donde hizo un papel dramático.
Hizo de Laura en “Pimienta”, con Luis Sandrini. Allí cantó La Bamba.
Su última participación cinematográfica fue en 1973 con “Allá en el norte”.

ULTIMOS AÑOS 

El 19 de mayo de 1992 celebró sus 50 años con el arte en el Luna Park. Allí estuvo acompañada por León Gieco, Charly, Jaime Torres, Mercedes y Patricia Sosa, Víctor Heredia, Luis Landriscina, entre otros.

En el 96 hizo su última aparición televisiva, junto a su hijo Diego en el programa 360.
En agosto de 2002 fue nombrada ciudadana ilustre de la ciudad de Buenos Aires.

AMORES

En la década del 50 fue novia del popular Juan Carlos Mareco, pero eso no prosperó.


En agosto del 57 se casó con Santiago Burastero, con quien tuvo a su primer hijo Santiago Ezequiel.

Pero no duró mucho porque la desgracia se interpuso. Tuvieron un accidente en un viaje a Mar del Plata, en el kilómetro 357 de la ruta 2. Lolita se luxó la columna vertebral, pero su marido murió luego de permanecer una semana inconsciente.

En diciembre de 1960 se casó con Julio Caccia, un joyero amigo de su primer marido, lo que causó comentarios de todo tipo.

Con su segundo esposo tuvo cuatro hijos: Angélica, Marcelo, Mariana y Diego.

El 28 de agosto de 2002, Beatriz Mariana “Lolita” Torres sufrió un edema pulmonar e ingresó en terapia intensiva. El 2 de septiembre tuvo una crisis cardíaca. 

Murió el 14 de septiembre, a los 72 años, en el Hospital Español.

Lolita Torres, inmensa figura de nuestra música, personaje encantador. 

La niña eterna.