Alicia Castro sorprendió al canciller británico al preguntarle por Malvinas
"Emboscada" ese es el término que utilizó The Telegraph sobre el hecho, cuando la embajadora sorpresivamente le pidió a William Hague, durante una ceremonia para diplomáticos, que se abran las negociaciones por el archipiélago. "Are you ready to give peace a chance?", le preguntó
La embajadora argentina en Londres, Alicia Castro, sorprendió al canciller británico, William Hague, en un acto público en el que le preguntó si le daría una oportunidad a la paz y se sentaría a negociar sobre la soberanía de las Islas Malvinas.
El hecho ocurrió el lunes en un acto en la mansión Lancaster House, en el que el funcionario presentaba un reporte anual sobre derechos humanos en Gran Bretaña y del que participaban periodistas, diplomáticos y otras personalidades, reportó el diario The Daily Telegraph .
"Viendo que Naciones Unidas y la comunidad internacional y un amplio grupo de ganadores del Premio Nobel de la Paz urgieron a ambos países a negociaciones para encontrar una resolución pacífica y permanente, mi pregunta es: ¿Está usted listo para el diálogo? ¿Daremos una oportunidad a la paz?", preguntó la embajadora, quien llegó a Londres en marzo. Castro aprovechó así el momento en que Hague aceptaba preguntas del público y lo descolocó por completo.
"Un nervioso Hague, detectando que Castro iba a hacer una larga declaración, la interrumpió varias veces, presionándola para que haga una pregunta antes de interrumpirla con: 'Gracias. Es suficiente. Pare'", precisó el matutino. Hague dijo entonces: "La autodeterminación de los pueblos es un derecho básico de la población de Falkland Islands (islas Malvinas)".
La embajadora, quien se hizo cargo de la sede en Londres que permaneció acéfala cuatro años, consideró que no había recibido una respuesta a su cuestionamiento. "No podés decir que sos bueno en derechos humanos y democracia si no estás abierto al diálogo. La autodeterminación no es aplicable a los isleños", aseveró. "La autodeterminación no es un derecho que cada país o cada población tiene. Una provincia en mi país no puede decidir si quiere pertenecer a China", añadió.
Cuando le consultaron si pensaba seguir apareciendo en público para hacer cuestionamientos de esa índole, la embajadora, con una sonrisa, advirtió: "Esperen y verán".