En Egipto, volvieron las protestas y se reproducen los graves incidentes en El Cairo. Los manifestantes se enfrentan con las fuerzas de seguridad y, por el momento, hay al menos tres muertos y casi un centenar de heridos.

El pueblo egipcio reclama la llegada de un gobierno civil ante la represión del Ejército, que continuó en el poder luego de la caída de Mubarak.  Todo ocurrió horas antes de que se iniciase la “marcha del millón” convocada contra la cúpula militar.

Los principales choques entre manifestantes y las fuerzas de seguridad se produjeron en la ciudad de Ismailiya, en el noreste de Egipto. Los otros enfrentamientos, en los que hubo unos veinte heridos, se registraron en la mañana en la plaza Tahrir de El Cairo, donde volvieron a chocar manifestantes con las fuerzas de seguridad.

Ante la violencia de las protestas, el gobierno de transición del primer ministro Essam Sharaf anunció en la noche del lunes su dimisión. Su suerte pende ahora de que la renuncia sea aceptada por el líder del gobernante Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, Mohammed Hussein Tantawi.
Las protestas coincidieron con la publicación de un documento de Amnistía Internacional (AI) en el que afirma que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas egipcio “ha fracasado completamente” en su intento de mejorar la situación de los derechos humanos en el país.

“Con el uso de los tribunales militares para juzgar a miles de civiles, la represión contra protestas pacíficas y la extensión de la vigencia de la Ley de Emergencia de Mubarak, el Consejo Supremo continuó con la tradición de mandato represivo contra el que los manifestantes del 25 de enero lucharon duramente”, declaró el director del AI para Medio Oriente, Philip Luther.