Estados Unidos seguirá adelante con la producción de biocombustibles, dijo el subsecretario de agricultura, a pesar de las crecientes preocupaciones sobre una crisis alimentaria mundial y los llamados de los activistas para priorizar el grano para el consumo humano sobre su uso como combustible.

Jewel Bronaugh, subsecretaria de agricultura, dijo que los agricultores estadounidenses podrían continuar produciendo biocombustibles sin dañar la producción de alimentos. “Tenemos en mente la seguridad alimentaria, pero al mismo tiempo también queremos permanecer firmes en el apoyo y la promoción de los biocombustibles”, dijo a los periodistas en Londres, donde se reunió con el gobierno del Reino Unido para discutir un posible acuerdo comercial y cooperación. en temas de alimentación .

Dijo que los biocombustibles podrían ayudar a reducir la necesidad de combustibles fósiles y, por lo tanto, ayudar a abordar la crisis climática, y que eran importantes para mantener bajo el precio de los combustibles fósiles. “Sabemos que [los biocombustibles] tienen un impacto positivo significativo, no solo en el cambio climático, sino también en la asequibilidad del gas [petróleo], que es muy importante para la economía mundial”, dijo.

“También hay oportunidades para aumentar los puestos de trabajo, muchos beneficios significativos allí, que creemos que son importantes. Continuaremos promoviendo los biocombustibles como un combustible sostenible, especialmente en un momento en que los precios de la gasolina son tan altos”, agregó.

Durante años, EE. UU. ha sido el mayor productor mundial de etanol para su uso como combustible para el transporte, generalmente mezclado con gasolina y destilado del maíz, y uno de los mayores productores de biodiésel, a partir de aceites como la soja.

Joe Biden se enfrenta a un conjunto difícil de elecciones intermedias para el Congreso de EE. UU. este otoño. El aumento del costo de vida, los precios más altos del combustible y las preocupaciones sobre la economía están causando inquietud en su equipo mientras intentan evitar una paliza en las urnas.