En España, Rodríguez Zapatero aprobó por decreto la polémica reforma laboral.

La norma flexibiliza el mercado de trabajo, en un intento por impulsar el empleo similar a los intentados por Fernando De la Rúa en el 2000 en la Argentina.

La medida es fuertemente resistida por los sindicatos, cuyas dos centrales convocaron a una huelga general para el 29.