El movimiento de los indignados vuelve a tomar las calles en Madrid para rechazar la reforma constitucional para limitar el déficit acordada por el gobierno y el principal partido opositor y exigir un referendo, en una jornada en la que también se movilizan los sindicatos en distintas ciudades de España.

Las manifestaciones tienen lugar en la víspera de la votación de la reforma en el Congreso de Diputados español, donde saldrá adelante, salvo sorpresas, con el apoyo de los dos grandes partidos españoles, el gobernante socialismo y el derechista Partido Popular (PP).

“No a esta reforma de la Constitución. Abajo el orden de los mercados y el capital”, es el lema que llevarán los seguidores del también denominado 15-M en la manifestación que partirá a última hora de esta tarde desde Atocha hasta el Congreso de Diputados, donde mañana se votará la polémica reforma constitucional.

Unos 200 indignados marcharon anoche desde la sede del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en la calle Ferráz de Madrid hasta la sede del PP, con la misma intención: rechazar el pacto bipartidista que modifica la Carta Magna con la única intención de poner un techo al déficit público. Los indignados, que exigen un referendo sobre esta reforma, denuncian que los partidos mayoritarios siguen al servicio de los mercados y actúan a espaldas de la ciudadanía.