Medios de comunicación iraníes y profesionales de la salud en Irán reportaron un ataque con misiles llevado a cabo por las fuerzas armadas de Israel. Este evento fue corroborado por un informe de la radio del ejército israelí. El ataque se inició alrededor de las 2 de la mañana del sábado (hora local), con al menos cinco explosiones escuchadas en la capital iraní, Teherán, así como en la localidad cercana de Karaj. Además, se registraron detonaciones provenientes de sistemas de defensa antiaérea en la región.

La prensa israelí informó que una de las explosiones iniciales se produjo en las proximidades del aeropuerto internacional Imam Khomeini, ubicado en Teherán. En un comunicado en video, las autoridades israelíes confirmaron su participación en el ataque, indicando que este se llevó a cabo como respuesta a una serie de ofensivas por parte de Irán contra el Estado israelí.

Desde el Ejército israelí, se emitió una declaración que subrayó la naturaleza del ataque: "En respuesta a meses de ataques continuos del régimen de Irán contra el Estado de Israel, las Fuerzas de Defensa de Israel están llevando a cabo ataques precisos contra objetivos militares en Irán". Este pronunciamiento también incluyó una justificación de las acciones: "Como cualquier otro país soberano, Israel tiene el derecho y el deber de responder a agresiones externas".

El vocero del ejército continuó manifestando que las capacidades defensivas y ofensivas de Israel están completamente movilizadas y que se tomarían todas las medidas necesarias para preservar la seguridad del Estado y su población.

Por su parte, la Casa Blanca emitió un pronunciamiento en el que se reflejó un tono similar, indicando que las acciones de Israel se enmarcan en un contexto de "defensa propia". Según reportes, Israel notificó a Estados Unidos sobre el ataque antes de su ejecución, aunque Washington no participó directamente en las operaciones.