En Jerusalén, una explosión en un colectivo causó la muerte a una mujer y heridas a unas treinta personas, al menos dos de ellas de suma gravedad.

Sucedió pasado el mediodía cerca de la terminal de colectivos de la capital israelí, en medio de la mayor ola de violencia entre el Ejército israelí y grupos palestinos de Gaza en dos años.

Según informaciones locales, fue una bomba adosada a una cabina de teléfono en una parada.

El Gobierno acusó a “grupos palestinos” por el ataque.

El ministro de Seguridad Pública israelí, Yitzhak Aharonovich, afirmó que “milicianos palestinos dejaron el artefacto con un kilogramo de explosivos en una bolsa en la vereda” y que fue activado “a distancia, mediante un teléfono móvil”.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, canceló un viaje a Rusia y permanecerá en el país para evaluar la situación, informó su oficina.

Ningún grupo se adjudicó el atentado.